La Fundación Educa 20.20, presidida por el periodista Fernando Jaúregui, ha abordado el papel que desarrollan los padres de Castilla y León en la orientación educativa de sus hijos, con la colaboración de Fundación AXA y Sigma Dos, a través de una encuesta. Más de 2.000 familias participaron en el sondeo realizado entre febrero y mayo de este mismo año.

La Formación Profesional sale malparada en este estudio, ya que el 77% de los padres no contemplan que sus hijos estudien un módulo. El 54% de los encuestados reconocieron tener una mala consideración de la FP, afirmando que tiene mala imagen, que son estudios de menor consideración social y  de tono menor. No obstante, la mayoría de las familias aseguran que sí conocen los buenos datos de empleabilidad. Más del 80% de los graduados en Formación Profesional encuentran empleo nada más terminar.

La opinión sobre el funcionamiento del sistema educativo en Castilla y León obtiene una buena valoración general por los padres. Casi un 60% de las familias califican como 'muy adecuada' la oferta educativa en la región. Además, el Presidente de la Fundación, Fernando Jaúregui, explicó que este informe de EDUCA 20.20 había encontrado paralelismos con los resultados obtenidos por la Comunidad en el Informe PISA. “Con los datos que hemos obtenido, y los diferentes informes que se realizan anualmente, podemos confirmar que en Castilla y León hay algo a nivel educativo que funciona mucho mejor que en el resto del país”, aseguró Jaúregui.

Uno de los datos más llamativos obtenidos en el estudio es que los padres castellano leoneses muestran mayor inclinación, por encima de la media nacional, a que sus hijos estudien carreras universitarias de Ciencias. En la Comunidad, el 50% del alumnado se decanta por el bachillerato científico mientras que tan solo un 39,4% opta por las humanidades, cinco puntos por debajo de la media nacional. La Directora General de Innovación y Equidad Educativa de la Junta de Castilla y León, María del Pilar González, explicó que esta situación es debido a los esfuerzos que se realizaron en Castilla y León para dar promoción a sus Facultades de Ciencias, que se encontraban en un segundo plano debido a la gran reputación que las licenciaturas de 'letras' tenían en la Región. Ahora no solo se ha igualado la balanza, sino que ha cambiado de signo.