En la Catedral de Valladolid, ante 25 personas, el Cardenal Arzobispo de Valladolid, Don Ricardo Blázquez, presidía la Eucaristía del Miércoles de Ceniza siguiendo el protocolo que marcan las autoridades sanitarias.
En su homilía Blázquez lamentó, en el día que comenzaba la Cuaresma, las restricciones de aforo en los templos. “Estamos celebrando la eucaristía en esta inmensa catedral limitados por el numero 25, que de una manera discriminatoria nos impone para venir a misa nuestro gobierno, no para ir a otros lugares. Y participar en la celebración litúrgica tiene mucho que ver con el ejercicio de la libertad religiosa”.
“Hace ya bastantes días”, continuaba, cuando entraron en vigor las limitaciones, los once obispos de las diócesis de Castilla y León pidieron que esto fuera reconsiderado. “Lamentamos tener que seguir con esta limitación que ciertamente nos discrimina”, continuaba.
“Si fuéramos al cine o al teatro bastaría con el aforo de un tercio. Para venir a la iglesia necesitamos no solo ese aforo de un tercio, también tenemos una limitación de 25 personas. Tengo, perdonad que lo diga con claridad, la obligación de decir una vez más que esto nos parece tener escasísimo fundamento. Comprendemos que haya limitaciones en el aforo pero no ser discriminados para venir a misa”, lamentaba.