El Defensor del Paciente ha trasladado a la Fiscal Superior de Castilla y León, Lourdes Rodríguez Rey, el fallecimiento de una enferma de cáncer de mama durante una sesión de quimioterapia que recibió el pasado año en el Hospital Río Hortega de Valladolid.

El marido de la víctima denuncia que durante una de las revisiones oncológicas en noviembre de 2017 se observaron “indicios suficientes” para pensar que la metástasis había avanzado “bastante”, a pesar de que el oncólogo no lo apreció y declinó repetir la analítica “ni siquiera como medida de prevención”.

Aunque el centro hospitalario consideró que los marcadores tumorales se encontraban “dentro de los límites establecidos”, una nota recogía que, según la Asociación Francesa del Medicamento el límite superior debía reducirse en caso de mama metastásico. A pesar de esta consideración, el oncólogo, según la denuncia, decidió ampliar a un año el periodo de revisión al entender que “no había nada que reseñar”.

La mujer, que sufría un cáncer desde hacía cinco años, fue sometida a un tratamiento de quimioterapia, mastectomía y radioterapia. A finales del verano de 2018, la paciente comenzó a tener síntomas relacionados con la metástasis y, tras una serie de pruebas, se calificó la situación médica de “irreversible”. La mujer finalmente falleció después de una misma sesión de quimioterapia prescrita por el mismo oncólogo que la había tratado inicialmente.