Hoy era el día marcado en rojo por todos los amantes del baloncesto en Valladolid. El día en el que la Comisión Delegada de la Federación Española de Baloncesto (FEB) se reunía para tomar la decisión definitiva: o jugar la fase de ascenso o dar por terminada la temporada. Una decisión que ha tardado en llegar más de lo esperado, pero que ha acabado con el Carramimbre CBC Valladolid consiguiendo por primera vez en su historia el ascenso a la Liga ACB.

La FEB, a través de un comunicado, ha determinado “la imposibilidad de celebrar las Fases de Ascenso en LEB Oro, LEB Plata y Liga Femenina 2 al no poder garantizarse las medidas sanitarias establecidas en el protocolo sanitario elaborado por la FEB ni el principio de competición en igualdad de condiciones y, en consecuencia, da por finalizada la Temporada 2019/20 en todas ellas de acuerdo a las resoluciones adoptadas por esta misma Comisión Delegada en su reunión del pasado 8 de mayo”.

Según dichos acuerdos, continúa el comunicado, “en la Liga LEB Oro ascienden a la Liga ACB los dos primeros equipos clasificados a fecha de la última jornada disputada (8 de marzo de 2020): Carramimbre CBC Valladolid y Delteco Gipuzkoa Basket”.

Por último, la entidad presidida por Jorge Garbajosa, expone que “la aprobación de esta resolución de la Comisión Delegada de la Federación Española de Baloncesto se produce de conformidad con la resolución de la Presidenta del CSD de fecha 30 de abril, y pone fin a la vía federativa”.

Eso sí, la decisión que ha tomado hoy la FEB no implica necesariamente que el conjunto vallisoletano vaya a jugar la próxima temporada en la máxima categoría del baloncesto nacional, ya que aún quedan muchos obstáculos que superar. El primero es que la propia ACB acepte una liga con 20 equipos, algo que han rechazado tanto su presidente, Antonio Martín, como la práctica totalidad de los equipos de la liga en multitud de ocasiones. La bala que se guarda en este sentido el club presidido por Mike Hansen es que el convenio regulador firmado entre la ACB y la FEB recoge esos dos ascensos al final de la temporada.

Pero aún quedarían más pasos que dar si finalmente la ACB accediera a esa liga de 20 equipos. Y aquí es donde las dificultades irían en aumento para un club como el Ciudad de Valladolid, ya que los requisitos económicos a los que obliga la ACB son muy costosos, a pesar de que se han rebajado sustancialmente en los últimos años.

El club carmesí tendría que hacer frente a tres grandes pagos para poder ser admitido en la competición. El primero de ellos sería el 'valor de participación', una cuota de 1.616.084 euros que puede ser pagada en un plazo de cuatro campañas y que es reembolsable en caso de descenso.

El segundo paso sería el de la conversión del club en Sociedad Anónima Deportiva (SAD), un trámite que costaría 1,8 millones de euros, aunque tan solo sería obligatorio aportar 100.000 euros en el primer pago.

Por último, el conjunto vallisoletano debería hacer frente al presupuesto mínimo al que obliga la ACB para todos sus equipos, una cuantía que asciende hasta los 2 millones de euros, muy lejos del presupuesto que han venido manejando Mike Hansen y su equipo durante estas temporadas en LEB Oro.

La posible unión del CBC Valladolid con el Real Valladolid podría ser el impulso definitivo para que la ciudad volviera a tener a su club de baloncesto en ACB, pero aún quedan muchos aspectos que pulir en esa relación que tanto está ilusionando a los amantes del deporte pucelano.

Muchas son las incertidumbres que van a rodear al CBC Valladolid durante este atípico verano, pero lo único que está claro a día de hoy es que la brillante temporada que ha realizado el equipo entrenado por Hugo López, termina con un histórico ascenso a la Liga ACB.