Castilla y León gestionará 12.291 millones de euros el próximo año, lo que supone un incremento del 13 por ciento respecto a las últimas cuentas autonómicas, las de 2018, prorrogadas en dos ocasiones. Crece la inversión un 17 por ciento con casi 1,600 millones de euros. Unas cuentas que suscriben PP y ciudadanos, socios de gobierno, que anticipan que estamos ante un escudo económico y social para superar la pandemia con responsabilidad.

Un proyecto económico que ha detallado hoy el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, acompañado del vicepresidente, Francisco Igea, y del consejero de economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo. Durante la exposición, el jefe del ejecutivo regional ha avanzado que todas las consejerías crecen respecto al último ejercicio económico. El 80 por ciento del presupuesto se destinará a las más sociales. Hay más gasto, más inversión y un compromiso de no subir los impuestos.

Es Sanidad la que absorbe un siete y medio por ciento del PIB regional con un crecimiento consignado del 21 por ciento hasta los 4.365 millones de euros. Uno de los requisitos del pacto sellado con los grupos parlamentarios.

Las cuentas llegarán mañana viernes al Parlamento con el objetivo de cumplir con el trámite parlamentario. Un trámite que arranca con una nueva llamada al PSOE a apoyar el proyecto de presupuestos.

Los impuestos generarán más de 5.800 millones

La Junta de Castilla y León prevé ingresar el próximo año 5.829 millones de euros vía impositiva, lo que supone un cuatro por ciento más que en los presupuestos de 2018.

La principal fuente de ingresos tributarios de Castilla y León para el próximo año será el Impuesto sobre la Renta que aportará más de 2.080 millones de euros, con un aumento del 14,9 por ciento. La recaudación a través del IVA, que recaudará el Estado y trasferirá después a esta comunidad, supondrá 2.050 millones de euros, un leve descenso del 0,65 por ciento respecto al presupuesto de 2018.