El déficit de examinadores en Segovia provoca que unas 1.400 personas al mes no puedan realizar la prueba de conducción para obtener su permiso. Así lo ha puesto de manifiesto la Asociación Provincial de Autoescuelas, que ha elevado su voz para lamentar las consecuencias que sufren por la falta de examinadores en la provincia.

Según ha explicado la presidenta de esa patronal sectorial, en la actualidad hay tres, cuando debería haber un mínimo de seis y cuando, según sus cálculos, la demanda existente aconsejaría contar con hasta diez. Una exigencia que trasladan a la Administración General del Estado, recordando que quienes están pendientes de examinar pagan sus tasas y que las propias autoescuelas ven como parte de su potencial matrícula se marcha a otras provincias donde no existe esa demora.

Por eso, hablan de una afección hacia sus negocios que puede incluso repercutir en el empleo. Irene Herranz ha explicado que Segovia presenta la situación más crítica, y que, dentro de la región, la de Ávila tampoco es buena, frente a panoramas como el de Salamanca, Burgos o Valladolid.

Herranz ha recordado que la recaudación lograda por la DGT, en tasas y otros conceptos, en el año 2017, supuso un excedente superior a los 300 millones de euros, que fueron a parar a las arcas del Estado, mientras que no se dota este capítulo de manera suficiente. La media de espera en la provincia, teniendo el teórico aprobado, es de 45 días antes de poderse examinar de la prueba de conducción.

Por otro lado, ha tranquilizado respecto al anuncio de que se impondrán como obligatorias ocho horas de formación presencial en el aula. Algo que ya se lleva a cabo, según Irene Herranz, y que no conllevará aumento alguno en el coste para el usuario. Se trata de emplear ese tiempo, de modo específico, en la sensibilización sobre factores de riesgo.

En cuanto al déficit de examinadores, la patronal provincial de autoescuelas apela al trabajo de los parlamentarios nacionales segovianos, para trasladar la problemática y conseguir una solución.