Consternación, resignación, descontento. Son algunas de las sensaciones que cunden entre los hosteleros segovianos, al afrontar un nuevo cierre del interior de sus negocios. Para la mayoría un cierre total, bien por no disponer de terrazas, bien por la imposibilidad de instalar cortavientos o elementos que mitiguen el frío de estos días.

El presidente de la patronal provincial del sector, Hotuse, ha cuestionado, en declaraciones a COPE, si se han tenido en cuenta las reuniones familiares del periodo navideño, si se han incumplido medidas en el ámbito privado o si ha habido fiestas clandestinas. Y es que Jesús Castellanos ha recalcado la dificultad de contagio en negocios hosteleros en diciembre, puesto que el sector ha estado cerrado buena parte del mes.

Por otro lado, ha subrayado cómo la restricciones especiales para Segovia, Ávila y Palencia se han conseguido retrasar al domingo, de modo que se pueda dar salida al género acumulado por los negocios y que el golpe sea más atenuado. Así, se ha referido a conversaciones durante toda la tarde de jueves con distintos miembros del Ejecutivo regional, para hacerles entender que las cámaras de los negocios están llenas y que había que posibilitar la apertura el fin de semana para que el "desastre" sea "el menor posible".

Castellanos no solo alude a las reuniones del ámbito privado sino a las compras masivas del periodo navideño, mientras que parece culparse a la hostelería de la situación, según perciben ellos. Además, ha recordado el periodo de pago de IVA e IRPF que llegará con el fin de enero. Por eso, el presidente de Hotuse ha vaticinado más cierres definitivos de negocios. Ha incidido en que el pago del alquiler es el mayor que afrontan la mayoría y ha recordado la propuesta de la patronal para ese asunto en concreto.

Pasa por que el inquilino del negocio hostelero abone el 33% del importe de esa renta. Por su parte, el propietario renunciaría a percibir un 33%, mientras que el tercio restante sería abonado por parte de la Administración. De esta manera, Jesús Castellanos asegura que todas las partes implicadas aportarían y renunciarían a algo. Y es que ha afirmado que la hostelería no ha provocado esta situación sino que se ha visto abocada a ella, por lo que las instituciones públicas "están obligadas" a mantener el sector en pie y no pueden dejarlo "abandonado".