«Soy mayor pero no soy idiota», estas contundentes palabras son el eslogan con el que un hombre de 78 años está promoviendo una iniciativa con el fin de solicitar que las personas mayores reciban un trato sin trabas tecnológicas y más paciente y humano en las oficinas bancarias. Iniciativa que ya supera las doscientas mil firmas en la plataforma virtual en la que se creó. Con ella, Carlos San Juan pide apoyo para pedir que los bancos atiendan a los mayores de una forma más humana, con personas, sin que todo se reduzca a internet.

Son muchas las voces que respaldan esta petición, y no solo en lo referente a las sucursales bancarias, puesto que en el ámbito sanitario o en la Administración Pública son cada vez más los trámites que han de hacerse de manera virtual. Todo esto nos lleva a olvidarnos de aquellos que de verdad importan, de las personas. Hombres y mujeres mayores que han luchado para poder vivir en una sociedad de bienestar que, en lugar de reconocer su valía, ahora les da la espalda. Hombres y mujeres que han salido adelante sin necesidad de un ordenador, que lo único que reclaman es una atención humana y justa, porque sí, son mayores, pero no son idiotas.

Hoy, domingo 23 de enero, celebramos la efeméride de san Ildefonso, arzobispo de Toledo y uno de los padres de la Iglesia. Y lo hacemos escuchando unas notas que pertenecen al Gustate, canto de comunión entonado en el rito mozárabe que se suele celebrar en este día y del que hablamos con el secretario-canciller de la Diócesis, D. Alfonso Frechel.

Empezando por el principio, don Alfonso nos cuenta que san Ildefonso vivió en el siglo VII, siendo discípulo de san Isidoro de Sevilla y sucediendo a san Eugenio II en la sede arzobispal de Toledo. Se distinguió por su amor a la Virgen, a la que dedica numerosos escritos e, incluso, bajó del cielo para imponerle una rica casulla en recompensa. Si fue arzobispo de Toledo, ¿por qué le evocamos en Segovia? Varios motivos nos llevan a venerarle, y es que es patrón del Seminario junto con san Frutos. Además, la Escuela diocesana de Teología lleva su nombre. Y, claro está, La Granja de San Ildefonso celebra hoy en su Real e Insigne Colegiata la liturgia propia.

Habitualmente se realiza con el rito hispano mozárabe, que es el que celebró san Ildefonso pero este año la pandemia lo impide. Una liturgia que se fue haciendo en España desde los primeros siglos de la Iglesia. Una misa que comienza con un canto de entrada y que se va sucediendo hasta la bendición, la comunión y la oración final. No obstante, estas liturgias se fueron perdiendo en favor del rito romano, hoy universal por decisión dl Papa Gregorio VII. A pesar de esto, en Toledo sigue permaneciendo este rito mozárabe, aunque también puede celebrarse en ocasiones especiales en otros lugares con el visto bueno del Arzobispo de Toledo.

De allí, de Toledo, es oriundo nuestro obispo emérito, D. Ángel Rubio, quien instituyó hace doce años este rito mozárabe para celebrar san Ildefonso en nuestra diócesis. ¿Sabían que el «Paternoster» que se va cantando lo hemos adaptado a nuestra liturgia y es el que cantamos habitualmente? Cantamos con melodía mozárabe, ahora ya lo saben.