Gratitud, generosidad y responsabilidad. Estas tres actitudes que nos señala Marta en su editorial son las que queremos portar con nosotros en todo este tiempo de Navidad que está a punto de comenzar. Gratitud: por lo que somos y lo que tenemos en estos momentos, este año especialmente por poder seguir estando con los nuestros. Generosidad: compartiendo nuestra mesa, entregando lo mejor de nosotros, favoreciendo gestos de reconciliación. Responsabilidad: ahora más que nunca, demostremos que lo somos con nosotros mismos y nuestros semejantes.

El Señor nacerá en Belén. Es Navidad. Y este año, quizá más que otras veces, vendrá cargada de esperanza para la gente sencilla como la que hoy nos acompaña en el programa, a quienes queremos peguntar cómo van a vivir estos días de fiesta.

Vanesa Hernández, la directora técnica de la Casa de los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca, nos dice que los residentes lo van a hacer con mucha alegría después de una epidemia que los afectó a casi todos ellos en primavera, gracias a Dios sin graves consecuencias. Esta vez, no podrán salir a ver la cabalgata de los Reyes Magos, pero, gracias a su maravillosa capacidad de adaptación, la ilusión va a seguir acompañándolos en todas las actividades y las sorpresas que los trabajadores y los Hermanos les tienen preparados.

Antonia es una de las personas que acuden, encantada de la vida, a las salas del mayor que Cáritas diocesana organiza en algunas parroquias de Segovia. Este año sólo podrá celebrar la Navidad con uno de sus hijos pero, como dice ella, las cosas tienen que ser así y no hay que estar triste por ello.

Desde Riaza, nos saluda Pilar, una feligresa muy implicada en su parroquia que nos habla del mercadillo solidario que organizan para Cáritas, este año la venta se realiza a través de las redes sociales. Iniciativa en la que ya lleván trabajando desde el inicio de la pandemia, siendo una de las parroquias pioneras en retrasmitir las celebraciones a través de internet.

Lo que le pide Pilar al Niño Dios es que todo lo mal que nos está pasando acabe pronto y valoremos todo lo bueno a lo que hemos tenido que renunciar en este año.

David, por su parte, se propone vivir una Navidad sencilla y austera, en la que poder reflexionar sobre el valor sagrado de la vida y celebrarla, aún en medio del dolor de este año.

Para Marta, será la primera Navidad que no pasará junto a sus padres en un ejercicio de responsabilidad por la situación que vivimos, pero nos relata todo lo bueno que ha aprendido desde niña en las celebraciones familiares de estas fechas: el encuentro amable, la cena sencilla, la generosidad…

Tiempo de gratitud y de buenos deseos. Tiempo de recuerdos y de esperanza. Tiempo de paz y de sanación. Desde el Espejo de la Iglesia en Segovia, Marta, Cristina y David os deseamos

¡FELIZ NAVIDAD!