El Espejo de este viernes pasa revista a la iniciativa “El tiempo de la creación” con motivo de los cinco años de la promulgación de la encíclica papal Laudato si sobre el cuidado de la casa común, la encíclica “ecológica” de la Iglesia. De la mano del vicario general de la diócesis, D. Ángel Galindo, recordamos los motivos que nos han de llevar al compromiso cristiano por el cuidado del medio ambiente. La sensibilidad ante los graves problemas que lo afectan es cosa de todos, también de los seguidores de Jesús.

El vicario nos explica las actividades que se han desarrollado en la diócesis y anuncia otras que tendrán lugar más adelante. Una de ellas es el concurso de fotografía que ya se ha puesto en marcha desde el obispado, cuyo periodo de recepción de obras estará abierto hasta el mes de mayo de 2021. También anima a las parroquias a emprender por su cuenta iniciativas de carácter práctico o simbólico sobre la cuestión ambiental

La sección El laico ante el espejo que nos trae David San Juan analiza hoy las relaciones entre la ecología y el necesario desarrollo de muchas zonas del planeta, lo que muchas veces puede dar lugar a dificultades. El cristiano ha de acometer ambas realidades haciendo suya la idea de ecología integral que nos pide la Iglesia: el cuidado, la responsabilidad, la custodia de toda la obra de Dios, en especial de su criatura más querida, el propio hombre.

Por eso, no hay que entender la ecología como una mera causa idealista -o ideológica-, de defensa del paisaje o de los animales, sino como una apuesta valiente y profundamente cristiana por el hombre. Por un hombre que necesita vivir dignamente en el entorno natural. La solución, no queda otra, ha de pasar por el desarrollo sostenible.

Fray Andrés es el prior del monasterio de los Jerónimos de Segovia. Como todos, también él ha quedado sorprendido por la cariñosa carta que el Papa Francisco ha enviado recientemente a la única comunidad de esta orden que existe en el mundo, dando ánimos y consuelo espiritual con motivo del 16º centenario del tránsito de San Jerónimo.

Comparte con los oyentes las esperanzas puestas en posibles incorporaciones de nuevos miembros a la congregación y nos asegura que durante el tiempo que está durando la pandemia, están orando por todos. Nos confiesa que están muy dolidos por los casos que llegan hasta sus puertas, pero que ellos oran incansablemente por la salud del mundo. Con testimonios como este, no es de extrañar el cariño que toda Segovia siente por esta, aunque modesta hoy en efectivos, gran obra de Dios que ofrece sus frutos a orillas del Eresma.

Por último, contamos con un invitado especial en nuestra sección Hoy conocemos a… En esta ocasión, nos acompaña Fernando Gil, laico comprometido con la labor de la Iglesia segoviana, que ha sido catequista en el colegio de los Maristas y voluntario en pastoral de la salud. Amante y defensor de las comidas familiares –“cuantas más, mejor”– lo que más admira Fernando en el ser humano es la capacidad de sobreponerse a los sinsabores de la vida y la disposición que muchos muestran para ser útiles a los demás. Pensando en ello, nos da un

mensaje de ánimo a todos en estos tiempos de pandemia y nos invita al cuidado personal y a tratar a los mayores con calor humano, ahora que tanto lo necesitan.