Acabamos de comenzar la Cuaresma. El mensaje del Santo Padre para este tiempo nos recuerda los textos de san Pablo a los Gálatas: «No nos cansemos de hacer el bien, porque si no desfallecemos, cosecharemos los frutos a su debido tiempo». En un momento crucial en la historia de Europa, todos los países se han visto obligados a mirar de frente al invasor y facilitar los medios a un país donde el valor de la libertad está impreso en los corazones de su personal civil. Es tiempo de conversión también para nosotros, de mirar nuestro interior y preguntarnos qué estamos haciendo, cómo lo hacemos y para quién lo hacemos, recordando las palabras del Santo Padre una vez más: «Sólo veremos una pequeña parte de lo que sembremos».

La vocación de El Espejo es sembrar. Sembrar palabras de aliento y experiencia que nos traen nuestros invitados. Los de hoy, para hablar del tiempo fuerte de la Cuaresma, son Alfonso Mª Frechel, secretario-canciller de la Diócesis y experto liturgista, y Alberto Herreras, historiador del arte y colaborador del programa. Con ellos repasamos el significado de los cuarenta días que nos separan de la Semana Santa, de los cambios litúrgicos que acontecen en nuestras celebraciones y de la vivencia cuaresmal en las familias y las parroquias como tiempo de preparación.

Y, además de los tradicionales y necesarios ayuno, limosna y oración que la Iglesia nos propone, qué mejor medio para prepararnos que la buena música. Este espacio diocesano ha querido invitar hoy a Noelia Gómez, directora de la Fundación Don Juan de Borbón, que nos presenta el programa del XL Semana de Música Sacra de Segovia, un ciclo de gran calidad y arraigo. Este año, la oferta es muy variada, destacando entre otros eventos el concierto a cargo de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León el Jueves Santo, 7 de abril.

La sección de El Laico ante el Espejo, en su intento por seguir la actualidad, se hace esta vez eco la iniciativa de un médico jubilado que, reuniendo más de 600.000 firmas, ha conseguido que los bancos adopten medidas de atención personalizada a las personas mayores con dificultades en el manejo de las nuevas tecnologías. Todo un triunfo de la sociedad civil que Marta y David analizan proponiendo algunas reflexiones: el necesario espacio que hay que dar a la sociedad civil frente a otras entidades de carácter superior, la loable reacción —esta vez sí— de las entidades financieras, el cada vez mayor reconocimiento social que merecidamente tienen las personas mayores, la importancia de la relación directa y personal en nuestro día a día y la necesidad de contacto y cercanía para ejercer un cristianismo real que vele por las necesidades de los hermanos más vulnerables.

Como en semanas precedentes, El Espejo acaba su tiempo hoy con otro cuento de Manos Unidas. En esta ocasión, titulado “ un nuevo destino” que escuchamos en la voz de Florinda

Cardiel.