Primera semana de Pascua, momento propicio para que los cristianos sintamos la verdadera renovación del Espíritu y caminemos por este tiempo con la alegría de sabernos resucitados en nuestra actitud y en nuestras acciones. Feliz Pascua para todos desde El Espejo.

Renovación es lo que continuamente realizan los grupos de Cáritas en su trabajo social. Esta tarde compartimos mesa de estudio con Begoña Tardón, responsable del programa de Mayores de Cáritas con la que repasamos la actualidad de una iniciativa que vio la luz en 1998. El objetivo del mismo es muy claro: acompañar a las personas mayores en la soledad no deseada. Desde Cáritas, el equipo de voluntarios del programa ayuda a los usuarios a hacer red, a crear comunidad, a conseguir que se sientan a gusto todos aquellos que no se conforman con cuidar el cuerpo sin apenas salir de casa. Nuestros mayores quieren estar vivos y activos. Y eso les propone Cáritas en las cinco parroquias de la ciudad que ofrecen las llamadas «Salas del Mayor», espacios que acogen a un centenar de usuarios, un número considerablemente mayor que hace unos años. Se nota que tras la pandemia, hay una mayor necesidad de relaciones humanas, de cariño y cercanía.

En el resto de municipios no existe todavía esta oferta, pero Cáritas ha comenzado el innovador proyecto denominado «Una tablet contra la soledad». Desde su casa, los mayores manejan una tableta electrónica desde la que pueden conectarse con otros mayores y con monitores voluntarios para compartir inquietudes, vivencias y realizar actividades en tiempo real. Todo un acierto, según nos cuenta Rosa Cabrejas, de Santa María de Nieva, una de las primeras en integrase en este novedoso programa del que se manifiesta entusiasta.

Dentro de la sección que este curso dedica a la familia, El Espejo pone sobre la mesa el asunto nunca fácil de la nulidad canónica del matrimonio. Para ello, contamos con la voz autorizada de Mariano Sanz, Vicario Judicial de la diócesis de Segovia, hombre experto en estas materias. Su intervención, muy didáctica, aclara aspectos como la duración y el coste del proceso, sus causas, el tratamiento de los casos que se presentan y los procedimientos abreviados que la Iglesia ha puesto recientemente en marcha y que entran dentro de la jurisdicción directa del obispo. Lo más importante de todo, según recalca el Vicario, es que en estos procesos se ven implicadas personas. Personas que han pasado por un trance doloroso a las que hay que acompañar. Personas que, si algo tienen de bueno estas momentos amargos que nadie desea, pueden aprovechar la situación para repensar su vida pasada, conocerse mejor y tratar de reorientar la existencia. Las crisis suelen ofrecer oportunidades de mejora y ahí también está la Iglesia procurando sanar heridas y abriendo nuevos caminos a sus hijos, si a ella recurren.