La situación económica global afecta a todos los ámbitos. Por repetida, la afirmación no deja de ser verdad, aunque en multitud de ocasiones, escuchar hablar de inflación, de aumento de precios en las materias primas o de tipos de interés, pueda parecer remitir a las grandes ciudades o centros financieros. Sin embargo, se trata de cuestiones que tienen influencia también en el campo, en el sector primario y en la industria agroalimentaria, como ha señalado en los micrófonos de COPE, el CEO de Octaviano Palomo, Pedro Palomo.

Variables como el Índice de Precios Industriales, que acumula nueve meses de incrementos consecutivos, o la inflación, que se sitúa en el entorno del 5% en España provocan una situación de alta volatilidad, también en el mercado de materias primas, como ha indicado. Materias primas que escasean a nivel mundial, creando un marco en el que actúa el cierre de fábricas que se produjo en el sudeste asiático como consecuencia de la pandemia del coronavirus, la disponibilidad de semiconductores, el atasco en la salida portuaria de contenedores ante la fuerte demanda y el cuello de botella creado en los puertos de destino de Europa o Estados Unidos.

Y todo es una realidad que tiene también su influencia sobre el campo y sobre el precio de las materias primas necesarias. No en vano, el precio de los cereales prácticamente duplica actualmente al de la campaña anterior. Y en cuanto a otros suministros necesarios para llevar a cabo las labores del sector, pueden triplicar su precio en un año, como en el caso de los fertilizantes, según Palomo.

Por otro lado, la inflación ha llegado a niveles desconocidos en España desde hace tres décadas. Pedro Palomo incide en que se trata de un baremo que ha estado controlado durante años, según la directrices marcadas desde el ámbito de la Unión Europea. Más allá, Palomo ha avisado que una inflación disparada "genera pobreza", porque lleva aparejada una subida de tipos de interés y puede conllevar igualmente incrementos de impuestos.

Toda una situación en un momento en el que las labores se intensifican en el campo, con los trabajos de preparación de la tierra para la siembra de cereales, por ejemplo. Eso implica la adquisición de materias primas y el mayor uso de combustibles, entre otros aspectos.