El gato asilvestrado podría suponer un grave problema para la fauna del espacio en el que habita, dado que su instinto natural es cazar a los animales de su entorno indiscriminadamente. Según determina una publicación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, se considera la acción de estos felinos como una amenaza clara para la supervivencia de especies de aves, mamíferos y reptiles catalogados como en peligro crítico por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

La comunidad científica alerta sobre la importancia de establecer un control sobre las amplias colonias de gatos que actualmente habitan en las márgenes de los ríos, como es el caso del Tormes a su paso por la ciudad de Salamanca, dado que podrían llevar a la extinción de algunas especies autóctonas.

Miguel Lizana Catedrático de Zoología y profesor de la Universidad de Salamanca, recomienda no alimentar a los felinos para evitar que sigan proliferando. Sería conveniente indica, establecer un plan de seguimiento así como una campaña de concienciación por parte del Ayuntamiento de Salamanca, o de las autoridades en materia de medioambiente, para evitar una probable superpoblación de este animal.