La crisis sanitariaque atravesamos saca también a la luz caras amables, solidarias, afables e incansables en su vocación de servicio a la sociedad. Es el caso de las Hermanitas de los Pobres de Salamanca, que atienden en su residencia geriátrica en la avenida de San Agustín de la capital salmantina, a un total de 83 ancianos sin recursos. La comunidad la conforman contando con las 13 monjas que cuidan con exquisito amor y dedicación de estas personas mayores, un total de 96 personas que resisten los envites del coronavirus y la falta de recursos, dando gracias por superar cada día de confinamiento. El decreto de estado de alarma, impide que las monjas puedan salir a la calle estos días, para poder realizar sus habituales colectas, única fuente de ingresos para asumir los gastos de su misión.

La superiora de esta congregacion centenaria con presencia en los cinco continentes Madre Antonia, apela ante los micrófonos de Cope Salamanca, a la solidaridad de los ciudadnos con el fin de seguir garantizando la viabilidad del centro. Si bien a lo largo de los últimos días ya han recibido comida y productos de higiene donados por vecinos anónimos que han dejado bolsas de comida y han tramitado compras on line en supermercados a favor de la residencia, ahora la mayor preocupación de esta comunidad es poder afrontar el gasto de luz, calefacción o agua, entre otros suministros básicos.

Dado que el período de confinamiento podría ampliarse a lo largo de las próximas semanas, dentro de unos 15 días podrían necesitar nuevamente productos como leche, yogures, o artículos de higiene como papel higiénico. Pero de momento lo prioritario es recibir los donativos que quieran aportar los salmantinos a favor de la Residencia Hermanitas de los Pobres, Avenida san Agustín 43 de Salamanca, en las cuentas habilitadas tanto en el Banco de Santander, como en Unicaja.

Madre Antonia agradece a Dios y también a San José su protector, que sigan velando por conseguir que el coronavirus no haya entrado hasta la fecha en el centro.