La plaza Mayor, la plaza de Anaya, la plaza del Corrillo, el patio de la Universidad de Salamanca, y así podíamos ennumerar todas las calles de la ciudad...todas vestidas de blanco. Es el resultado de la borrasca Filomena cuyos efectos se han dejado notar desde esta pasada noche.
Pese a las labores de limpieza municipales, el tránsito de peatones y tráfico automovilístico se ha entorpecido por la nieve y por las placas de hielo. Estas, son más patentes en algunos barrios de la ciudad como: Huerta Otea, Puente Ladrillo, Ciudad Jardín y Capuchinos.
Se aconseja la vecinos intentar moverse lo menos posible para evitar caídas. Sin embargo, son muchos los salmantinos que han salido para fotografiar con sus móviles las estampas nevadas callejeras.