Se acabó. Todo principio tiene su fin. Hace unas pocas horas, España derrotaba a la Argentina de Manolo Cadenas por 36-27. De esta forma, la albiceleste se despedía de los Juegos Olímpicos de Tokio. Mientras, los hispanos siguen adelante y se encontrarán en los cuartos del torneo olímpico ante Suecia, los sudamericanos tienen que hacer las maletas. Argentina se va sin ganar ningún partido. El grupo de la muerte le hizo mella, y a pesar que lo intentaron por todos los lados, la fortuna no estuvo a su lado. Jugaron más de media hora horrorosa ante Brasil, pero luego, deleitaron con veinte minutos magnificos que no les sirvieron para poder con su eterno enemigo.

Tras el choque ante la seleccion de Jordi Ribera, se vivieron momentos muy especiales. Dos exjugadores del Abanca Ademar se despedían del balonmano en activo. Así, Gonzalo Carou y Sebas Simonet se abrazaban de forma muy emotiva compartiendo el adiós. Luego, fotos con sus amigos y compañeros. Sebas enlazado con sus hermanos viviendo un momento irrepetible.

Gonzalo estuvo en dos épocas muy distintas en León. Carou rozó uno de los mayores éxitos del ademarismo. Le restó un gol a él, al Ademar de Isidoro Martínez y a todo la provincia leonesa para estar en la final-four de la Champions. Nunca, jamás, se rindió en ningún partido. Lo dio por todo por una camiseta que, sin duda, no olvidará. La pasada temporada se despidió del pabellón municipal de los deportes con el Puerto Sagunto. El maldito COVID restó afluencia a ese partido, pero los aficionados que estuvieron le hicieron llorar al final del choque.

Sebas Simonet se marchó antes. La clase del central quedo patente en el Abanca Ademar. Una jugada con Juanín hizo levantar a la grada y volverse loco a un locutor de radio. Sebas no lo olvidará. Educado, culto, gran persona, decidió volver a su tierra antes de finalizar su contrato. Su deseo era llegar a los Juegos, al igual que su amigo Gonzalo. Ambos lo consiguieron.