Los hosteleros leoneses han vuelto a salir a la calle para reclamar ayudas directas al sector. Más de 1.000 personas recorrieron el centro de León, desde la Plaza de la Catedral hasta la Plaza de la Inmaculada, frente a la subdelegación del Gobierno, donde leyeron un comunicado y arrojaron pan duro en alusión a las “migajas” que les quedan, según explicaba la gerente de la asociación de Hostelería, Paula Álvarez.

Un lema en la pancarta que abría la marcha: “La hostelería no es el virus, la responsabilidad es de todos”.

Los hosteleros coinciden en sus declaraciones. No quieren una paga, lo que quieren es trabajar.

La manifestación ha recorrido las calles del centro para exigir a los Gobiernos central y autonómico poder abrir con responsabilidad o recibir ayudas que contribuyan a salvar los negocios y los empleos de un sector fundamental para la provincia leonesa, que está siendo duramente afectado por la crisis del Covid-19.

Empresarios y empleados, también representantes políticos y sindicales, se han sumado a la convocatoria de Hostelería de León, que se replica en toda España. Recuerdan que son parte fundamental del tejido productivo con un alto peso en el Producto Interior Bruto (PIB) y en el empleo. Se consideran los pagadores de esta crisis y apuntan que en otras comunidades no se están produciendo contagios.

En la provincia de León hay unas 4.000 licencias de hostelería, 1.200 en la capital. Antes de la crisis, unos 12.000 trabajadores vivían del sector. Ahora se teme que muchos empleos se pierdan.

Prevén que el cierre se prolongue hasta después del puente de diciembre, un mes más, que dependerá también de la evolución de las cifras de contagiados.