Gran noticia para el Abanca Ademar y por supuesto, para Leandro Semedo. El de Cabo Verde no se subía al autobus de Alsa desde marzo. Seis meses eternos para recuperarse de una rotura del tendón de aquiles y de una apendicitis. El jugador no podía dejar de sonreir esta mañana.

La plantilla leonesa estaba convocada en el pabellón municipal de los deportes a las nueve y media de la mañana. El entrenamiento transcurrió con normalidad y Leandro fue uno más en el entreno. A escasos metros se ejercitaba Boskos con una goma para ganar potencia en la rodilla lesionada. Ahora mismo, el griego es duda para el encuentro ante el Balonmano Logroño de la póxima semana. Lo que pudo ser una lesión importante y de larga duración se ha quedado en un susto y es cuestión de días que el lateral griego se una al equipo. Sin duda, el foco de atención está en levantar los cuatro goles de desventaja y conseguir la remontada ante los riojanos. Por eso, desde la Junta Directiva se ha optado por bajar los precios e intentar que el pabellón sea un olla a presión.

Antes, Cadenas y compañía buscarán un nuevo triunfo en la liga. No será fácil. A unos 800 kilómetros de León se jugará permanecer invicto el Ademar. La incorporación de Semedo es sumamente importante. Es obvio que el primera línea no está para jugar sesenta minutos, pero lo que aporte serán minutos de calidad. Una victoria dejaría al cuadro leonés en lo más alto de la clasificación y le llenaría de moral para la final del próximo martes.

De esta forma, el único jugador que no tiene el alta médica es Antonio Martínez. El extremo se rompió el menisco en un entrenamiento y se ha decido por parte de los servicios médicos del club, un tratamiento conservador y no pasar por el quirófano.