Cerca de mil espectadores arroparon al Abanca Ademar en la primera jornada de la liga Asobal. No tuvo demasiadas dificultades el equipo de Cadenas para imponerse al Antequera, que luchó lo que pudo, pero no tuvo ninguna opción a la victoria, ni tan siquiera al empate.

Los extremos leoneses estuvieron en la línea del año pasado. Cada vez que toca Jaime y Gonzalo es espectáculo seguro. El segundo acabó el partido con diez goles, el primero muestra su polivalencia en cada momento; puede jugar de extremo, de central, depende lo que se le ordene desde el banquillo. Son un pareja infalible y cuando juegan entre los dos, es una gozada verlos.

El resto de la plantilla estuvieron bien. Se les nota que día a día crecen y tras la sensacional imagen que dieron el pasado fin de semana en Torrelavega ante el Barcelona, crearon mucha expectación en la apertura de la liga. Boskos destacó en la parcela anotadora cuando estuvo en la pista azul, pero la mala suerte (una vez más) se cebó en al Ademar y más en concreto, en el jugador heleno. El griego se llevó las manos a la rodilla y pidió el cambio. Mala señal. Fue inspeccionado por Jorge, el fisioterapeuta y le colocó hielo en la zona dañada, mientras era consolado por el fisio. Luego se acercó el segundo entrenador para consolar al polivalente jugador. De nuevo mala señal. Al final, decía Jorge: "Tenemos que verle bien, sabemos que se le ha ido la rodilla, pero es pronto para saber nada. Hay que hacerle pruebas. ¿Si tiene algo roto?. Ahora no me atrevo a descartar nada, hay que mirarle bien.

Lo mejor de todo, la victoria y la gran impresión del Abanca Ademar. Cadenas revelaba en rueda de prensa que quieren fichar, pero que sólo se puede optar a un extranjero porque en el mercado no hay españoles. Lo mejor sería que lo de Boskos se quedara en un sustos, y Semedo y Antonio volvieran pronto. De momento, el de Valdevimbre ya dio minutos a Lodos en los instantes finales de la primera victoria de la temporada.