La campaña de recogida de cereza en el Bierzo se acerca a su ecuador con un balance “muy malo” en lo referente a las variedades tempranas, que suponen una décima parte del total del fruto que se recoge en la comarca, según explicó el director técnico de la marca de garantía Cereza del Bierzo y de la Asociación Berciana de Agricultores (ABA), Pablo Linares. La “esperanza” está ahora depositada en las variedades tardías y en las de media estación, cuya recogida comenzará a partir de la semana que viene. “Las condiciones son buenas y a día de hoy, la cosa no pinta mal, dentro de la merma de kilos causada por las heladas”, aseguró Linares.

En ese sentido, el responsable de la marca de garantía destacó que las bajas temperaturas nocturnas registradas a finales de marzo provocarán pérdidas globales cercanas al 50 por ciento de una campaña normal, de manera que la producción total se situará entre las 1.000 y las 1.500 toneladas. El “desastre” es mayor en el caso de las variedades tempranas, ya que tras las heladas, en el mes de abril, llegaron las lluvias que estropearon una gran parte de los frutos. “Hay poca cereza de calidad y poco volumen”, señaló Linares, a la espera de disponer de cifras globales sobre la campaña.

Ante la recogida de las variedades tardías y de media estación, los responsables de la marca de garantía esperan “más calidad” en las cerezas aunque avanzan que “la cantidad será la misma que había”. Al respecto, Linares apuntó que los agricultores están aplicando estos días los tratamientos recomendados para mantener bajo control a la mosca del cerezo, una de las plagas habituales del cultivo. “Entra dentro de la normalidad a la que el agricultor tiene que enfrentarse”, señaló.

Tras la subida de temperaturas que la comarca ha experimentado en los últimos días, la maduración de estos frutos puede acelerarse, aseguró Linares, que añadió que, pese a que estas temperaturas superiores a los 30 grados son más propias del mes de julio, no causan tanto daño en el ciclo del cultivo como el agua o las heladas. Al respecto, el responsable de la marca de garantía confió en que las previsiones de lluvias y tormentas en el territorio berciano de cara al fin de semana no sean capaces de torcer las buenas expectativas que el sector deposita en lo que queda de campaña.

Con tres zonas principales de producción, en las riberas de los ríos Burbia, Cúa y Oza, la producción total de este cultivo en las más de 200 hectáreas de cultivo existentes en la comarca berciana se estima en unos tres millones de kilos al año y su repercusión en la actividad económica se calcula en más de tres millones de euros.