2021, EL AÑO DE LA ESPERANZA

Despedimos un año aciago que pasará a la historia como un año maldito debido a la terrible pandemia de Covid-19 que asoló el mundo proveniente del lejano Wuham. Dejamos atrás el calamitoso 2020 que no hubiéramos imaginado ni en nuestras peores pesadillas. Un año durísimo en el que afrontamos el desconsuelo y la tristeza por la pérdida de nuestros seres queridos, esa “Generación Sobresaliente “a la que tanto debemos y con la que de forma cruenta y despiadada se ha cebado especialmente este maldito virus.

El 2020 nos enfrentó también a nuestros miedos, a nuestros temores, nos mostró la fiereza de Átropos, la cara menos amable de la vida y a la vez nos sorprendió con un “tsunami” de solidaridad y nos premió con la labor encomiable de todos los colectivos que de forma ejemplar han estado cuidando de nosotros y velando por nuestra seguridad, a la altura de las exigencias, al máximo nivel.

Un año que nos ha enseñado de la manera más cruel la importancia de valores como la responsabilidad, el compromiso, el sacrificio o la confianza. Nos ha enseñado a sumar fuerzas a fijar objetivos, a luchar unidos contra este enemigo invisible en pro del bien común porque como ha quedado sobradamente demostrado, la unión siempre hace la fuerza.

Nos ha enseñado que rendirse jamás es una opción.

Nos privó además de los abrazos, de los besos y de las muestras de cariño absolutamente indispensables. Nos congració con el planeta, logró incluso hermanarnos con la naturaleza a la que temporalmente le cedimos su espacio.

El 2020 nos ha enseñado a apreciar una palabra de ánimo o un saludo afectuoso a prescindir de lo superfluo, a huir de la frivolidad, a odiar la falta de ética, la mentira o la soberbia a valorar la generosidad, la bondad y ante todo a admirar la pureza del alma. Este desgraciado año autobiográfico nos ha enseñado a despreciar la codicia, la ambición, el egoísmo, la mezquindad, la vileza y la envidia.

Horrible, implacable, atroz…pero un gran maestro el 2020 que nos reveló un gran secreto éramos felices y no lo sabíamos.

Y ante nosotros el 2021 se presenta lleno de esperanza, qué bonita palabra. ¡Cuántas promesas encierra! Damos la bienvenida al nuevo año con la mirada puesta en el fin de la pandemia, ansiando poner fecha de caducidad a este virus para recobrar así la alegría, el optimismo, la ilusión y esas sonrisas todavía ocultas tras el anonimato preventivo de las mascarillas. A buen seguro, daremos rienda suelta a la dicha y al entusiasmo porque hemos aprendido que la vida son momentos, pequeños instantes únicos e irrepetibles que se nos escapan raudos de entre las manos, contemplaremos con inusitada emoción una puesta de sol o un día lluvioso. La gratitud será compañera de este viaje maravilloso que es la vida.

Sin duda infinidad de proyectos y propósitos se agolpan en nuestra lista, los más inmediatos, las reuniones familiares, los encuentros con amigos, los abrazos pendientes, tantos besos perdidos y después vendrán los viajes, los conciertos, los museos…en suma esa bendita normalidad que ahora nos parece un espejismo.

Tenemos mucho que celebrar y lo haremos con intereses por todos esos meses de felicidad aplazada. ¡Nos lo merecemos!

Desde COPE Bierzo mis mejores deseos para el 2021. De todo corazón ¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!

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SILVIA RODRÍGUEZ, COLABORADORA DE COPE BIERZO

Silvia Rodríguez es colaboradora de COPE Bierzo desde el 24 de junio de 2019. La podréis leer y escuchar los lunes en la sección de opinión bajo el título ‘Silvia en COPE Bierzo’ y los fines de semana ‘Con otra perspectiva’ en Cope.es/Bierzo.

Silvia Rodríguez es licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Salamanca, decidió estudiar esta carrera porque le apasiona la lengua y especialmente la literatura. Además, le encanta leer, escribir y escuchar buena música. Es feliz trabajando en equipo y entiende “que estamos aquí para ayudar y hacer felices a los demás”. Es socia fundadora del Banco de Alimentos del Sil y colabora con esta ONG que realiza una gran labor en nuestra comarca. Enamorada de su profesión, la enseñanza. Es profesora de inglés, lengua y literatura en la Academia Corcal. Se define como una persona vital, alegre, optimista y sobre todo con gran sentido del humor. Además, ha realizado el prólogo del libro ‘Chuma. El Valle del Silencio’ del andaluz Miguel Velasco Nevado.