El Museo de Burgos fue fundado en 1846. Sin embargo, durante varias décadas sus colecciones no contaron con una sede fija y estable que pudiera abrirse al público de manera continua. Fue en 1871 cuando se consiguió un edificio adecuado para esta función. Se trata del desparecido convento de las Trinas o Trinitarias, que se situaba frente al puente de San Pablo, en el lugar que hoy ocupa Correos. La colección fue instalada allí tres años más tarde de la desamortización del inmueble, ocurrida en 1868.

En esta sede se pudieron mostrar al público, por primera vez, piezas tan importantes como el sepulcro de Juan de Padilla y el Frontal de Santo Domingo de Silos. En esa época, las obras catalogadas en el Museo se organizaron siguiendo criterios cronológicos y se agruparon por escuelas, ofreciendo al público un discurso coherente y ordenado.

Sin embargo, esta experiencia museística duró poco. Debido a ciertas cuestiones políticas, el Museo tuvo que abandonar el edificio en 1874, tres años más tarde de su instalación. El inmueble fue devuelto a la congregación, que terminó vendiéndolo varios años después.

Celebración con historia

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Con motivo del 150 cumpleaños del Museo de Burgos, dependiente de la Junta de Castilla y León, el centro cultural organiza una conferencia en la que se tratarán todos los detalles de esta experiencia museística. El profesor de la UNED Enrique Martínez Lombó explicará, además, la gran relevancia de este periplo en el contexto de los museos del siglo XIX. La presentación tendrá lugar el martes 14 de septiembre a las 19.00 horas en el Salón de Actos del Museo. La entrada es libre hasta completar aforo y se seguirán las normas sanitarias correspondientes.