Agentes de la Policía Nacional de Aranda de Duero (Burgos) detuvieron a finales del pasado mes de septiembre a un varón de 30 años, natural y vecino de esa ciudad, como presunto autor de un delito malos tratos en el ámbito familiar y otro delito de tenencia ilícita de armas, según informaron hoy fuentes policiales.

El detenido había protagonizado en varias ocasiones episodios violentos dentro del ámbito familiar y dirigidos principalmente hacía su madre. Era a ella a la que dirigía graves insultos, mostrándole una actitud hostil y trato vejatorio, que hacían imposible la convivencia, según las citadas fuentes. Esa situación empeoraba cuando el detenido estaba bajo influencia del alcohol y dirigía su actitud violenta hacia su hermano menor, al que en una ocasión agredió físicamente.

Continuamente el agresor profería constantes amenazas de muerte a su entorno familiar, diciéndoles también que cualquier día mataba a alguien y que la próxima vez que acudiera la policía, les iba a pegar un tiro. En el transcurso de las diligencias policiales se constató que el detenido no tenía licencia, ni figuraba como propietario de ningún arma, si bien surgieron evidencias que indicaban lo contrario y que hacían sospechar que pudiera tener escondida algún arma de fuego.

Tras la correspondiente autorización judicial, los investigadores se trasladaron hasta la vivienda familiar y en presencia del padre del detenido accedieron a un cobertizo situado en la finca familiar, utilizado exclusivamente por el detenido y del que solo él tenía llave. Debajo de un viejo sofá los policías encontraron varias armas: escopeta de cartuchos, pistola de fogueo y varias piezas de distintas armas, así como munición. Con este hallazgo el detenido pasó a disposición judicial como presunto autor de malos tratos en el ámbito familiar y tenencia ilícita de armas.