Los hallazgos obtenidos en la IV Campaña de excavaciones en el yacimiento de dinosaurios de Valdepalazuelos-Tenadas del Carrascal, de Torrelara (Burgos), que es a su vez la XVII Campaña en la Sierra de la Demanda, ha permitido completar el esqueleto de dos dinosaurios saurópodos, tras la recuperación de un fémur completo con una longitud de 1,5 metros.

La Sala Polisón del Teatro Principal de Burgos acogió hoy el balance científico provisional de los resultados hallados de esta campaña de excavaciones, marcada por la pandemia del COVID-19. El acto contó con la presencia del director de las excavaciones, Fidel Torcida, el catedrático de Paleontología de la Universidad de Zaragoza, José Ignacio Canudo, y la restauradora del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes, Caterine Arias. Pese a las limitaciones por la pandemia, que obligaron a reducir el número de investigadores, Torcida califica los resultados de esta campaña como “excelentes”.

“En el yacimiento desde un principio era resaltable la presencia de un saurópodo de gran tamaño, sin embargo ahora sabemos que hay dos de gran tamaño”, explicó Torcida, asegurando además que estos dos dinosaurios podrían no ser de la misma especie. El hallazgo de este fémur permitirá a los investigadores conocer la identidad exacta del animal, aunque creen que podría pertenecer a un Branquiosaurio, de gran tamaño, capaz de alcanzar los 24 metros de longitud y aproximadamente 31 toneladas de peso, lo que equivaldría al peso de “cinco elefantes”, según señaló Torcida.

Por otro lado, según adelantó el director de las excavaciones se baraja la posibilidad de que el segundo saurópodo se trate de un Camarasaurio, aunque añadió que todavía no es seguro. Además también se han hallado elementos nuevos de este esqueleto como son: un diente completo, un pubis completo (hueso de la cadera), vértebras dorsales y caudales completas (de la espalda y de la cola), costillas de gran tamaño, arcos hemales (huesos de la cola) y, por primera vez, una placa esternal (hueso del pecho del animal).

“En conjunto, se dispone de huesos de casi todo el cuerpo de los saurópodos: cráneo, columna vertebral, hombro, cadera, extremidades anteriores y posteriores”, explicó Torcida, destacando que el poder trabajar con esqueletos semicompletos, permite que el potencial científico de los hallazgos de Torrelara sea “sobresaliente y decisivo” para comprender los cambios evolutivos que sufrieron las faunas de dinosaurios en el planeta.

Otra novedad de esta campaña ha sido la recuperación de restos óseos (huesos del ala) y dentarios de Pterosaurios (reptiles voladores), lo que según indicó el responsable de la excavación, aumenta la diversidad faunística del yacimiento. “Es el primer testimonio de que hay Pterosaurios en Torrelara”, afirmó.

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Además, pertenecientes a dinosaurios terópodos (carnívoros) se han recuperado: dos huesos craneales atribuidos a un individuo de gran tamaño; varios dientes, entre los que destaca uno identificado como un Espinosauroideo, que se constituye en “uno de los hallazgos más antiguos que se conocen de este grupo de dinosaurios, y que puede ayudar a conocer mejor la historia evolutiva de ese grupo de dinosaurios”.

Otros hallazgos de esta campaña comprenden fósiles de vegetación, placas óseas de tortuga, dientes de cocodrilo, moluscos bivalvos (grupo de almejas y mejillones). Ese conjunto de fósiles ayudará a reconstruir el ecosistema en el que vivieron todos esos animales, que se dibuja ya como una llanura húmeda y con vegetación que se inundaba ocasionalmente y que se encontraba entre una cercana llanura de inundación de un río y, por otro lado, una zona semi pantanosa.

Además, según explicaron la edad del yacimiento de Torrelara se estima en 145 millones de años aproximadamente, en el paso del Jurásico al Cretácico. Ese tiempo corresponde a un periodo significativo en la evolución de los dinosaurios, en el que hubo cambios importantes en las faunas de dinosaurios de todo el planeta. Es también relevante el hecho de la escasez de restos de saurópodos en el tránsito Jurásico-Cretácico de la península ibérica, que además no suelen ser tan completos como el que se está recuperando en Torrelara.

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Campaña marcada por el COVID-19

La pandemia del COVID-19 dificultó un poco el desarrollo de esta campaña de excavación, obligando a reducir el equipo de excavación respecto a años anteriores, y estuvo finalmente formado por 25 personas: once de ellas de ellas formaban un grupo conviviente y con pocas interacciones externas, al que Torcida calificó como “burbuja social”. Además, otras siete personas trabajaban directamente en el yacimiento y siete más externas como apoyo logístico. En esta campaña participaron estudiantes universitarios, licenciados, doctorandos y doctores de: biología, geología, arqueología, veterinaria. Procedencia: Castilla y León, País Vasco, País Valenciano, Navarra, Castilla-La Mancha y Aragón; se descartó la presencia de investigadores de otros países.

Tal y como manifestó Torcida, el trabajo realizado fue “muy exigente”, al contar con menos excavadores y menos días de trabajo. A pesar de ello, se removieron 132 toneladas de tierra y se empleó un total de 3.000 horas de trabajo voluntario. Los trabajos se centraron en una superficie de 100 metros cuadrados de la capa en la que yacían los huesos fosilizados de dinosaurios. Se avanzó tanto en horizontal como en profundidad, pues el grosor de la capa con fósiles alcanza los 2 metros. Además durante la misma se recuperaron cientos de elementos fósiles que quedaron documentados en 191 registros, lo que eleva el número total de las cuatro campañas en Torrelara a 647.

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Museo de la Evolución de los Dinosaurios

Por otro lado, Fidel Torcida aprovechó la ocasión para recordar la importancia que tienen los yacimientos de la Sierra de la Demanda de Burgos, e incluso el Catedrático José Ignacio Canudo se atrevió a aventurar que en un futuro será de “referencia mundial”. Todos los restos obtenidos durante estas campañas se custodian en el Museo de los Dinosaurios ubicado en la localidad burgalesa de Salas de los Infantes, aunque tal y como explicó Torcida, allí no disponen del espacio necesario para exponer todos los restos hallados. “Lo más valioso y bonito para el público está en los almacenes”, añadió.

Por ello, pide a la Administración regional la constitución de un Museo de la Evolución de los Dinosaurios en Salas de los Infantes, que permita albergar todos los restos hallados en estas campañas. Asimismo, a preguntas de los medios acerca de si se retomaría la reunión que se iba a celebrar en marzo entre el consejero de Cultura de la Junta, el director general de Patrimonio y el alcalde de Salas para tratar este tema, Torcida señaló que se realizará “en principio pronto”. “Al cambiar la dirección de la Consejería esperamos que haya un nuevo enfoque y una nueva dinámica”, subrayó, asegurando que en su opinión este Museo podría ser un “escaparate potente para Castilla y León”.