Los farmacéuticos de Ávila están trabajando para intentar compensar el déficit de más de 600 medicamentos que se está produciendo en las farmacias españolas. Se trata de una situación, se según ha explicado a Cope Inés Barco, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Ávila, “viene de años atrás”, pero que se está agravando cada vez más y que según “las previsiones va a empeorar”.

Muchos de estos medicamentos son habituales para controlar la tensión o el colesterol, aunque gran parte de ellos tiene una “alternativa terapéutica”, como ha indicado Inés Barco.

Pero esta alternativa no es posible en algunos medicamentos, como es el caso del Creón de 25.000 y esto está suponiendo un problema “serio”. En este caso los farmacéuticos vuelven a derivar al paciente a su médico de atención primaria, que a su vez trasladará el caso a atención especializada para buscar una solución.

Entre estos más de 600 medicamentos que es casi imposible encontrar en las farmacias están el Rivocil que es un tranquilizante, el paracetamol efervescente o el Ozempic, un medicamento que en los últimos tiempos se ha hecho casi “viral” ya que aunque tradicionalmente se ha empleado para diabéticos ahora se está prescribiendo por los endocrinos para la pérdida de peso.

La presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Ávila ha señalado que los principales motivos de esta falta de desabastecimiento son la centralización de la producción de los principios activos de los medicamentos en una única planta y la política de precios, ya que algunos medicamentos que dejan de ser rentables también dejan de frabricarse.

Asevera Inés Barco que tampoco está ayudando la actual situación geopolítica que tenemos con la guerra de Ucrania y el incremento de precios.

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