El test permite analizar el ADN del feto en la sangre de la madre y obtener, de este modo, resultados de una forma no invasiva y con un procedimiento que no entraña ningún tipo de riesgo para ninguno de los dos.
Este test se incorpora como prueba complementaria del cribado combinado del primer trimestre y se realizará a las gestantes con riesgo intermedio, lo que reducirá el número de pruebas invasivas, que se reservan sólo para las gestantes con riesgo alto y a las de riesgo intermedio en las que el test de DNA dé positivo.
El análisis de la muestra se realizará en el laboratorio del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid, ya que es el centro que cuenta con el equipamiento tecnológico necesario para poder hacerlo.
Su implantación fue aprobada en Consejo de Gobierno el pasado mes de noviembre, con una inversión inicial para su puesta en marcha de más de 1 millón de euros, para todas las provincias de la comunidad.