Estos 226 sensores controlarán “en tiempo real” cerca de 1.000 parámetros que ofrecerán información sobre cuatro áreas diferentes: conservación del patrimonio, eficiencia energética, seguridad y flujo de visitantes. Begoña García, coordinadora del proyecto ha explicado el objetivo de esta monitorización en la que Ávila es pionera y que en un futuro no se descarta aplicar en otras ciudades Patrimonio de la Humanidad.

El proyecto, que comenzó en julio de 2016, finalizará en 2018, y se espera que los sensores estén ya instalados en octubre de este año, para contar con un periodo de más de 12 meses de recogida de información. En este trabajo participa un equipo multidisciplinar de especialistas de España, Francia y Portugal. El proyecto incluye además una aplicación destinada a turistas y la instalación de paneles interativos para personas invidentes.