La empresa de inserción social INSERTA TOLEDO, perteneciente a Cáritas Diocesana, ha celebrado este martes una jornada de puertas abiertas para mostrar tanto internamente como a otros técnicos de entidades del Tercer Sector la labor que realizan, que les permite procesar 908 toneladas de ropa anuales y tener empleadas a 14 personas en riesgo de exclusión social.

Así lo ha explicado en declaraciones a los medios el gerente de Inserta Toledo, Francisco Villacampa, que ha estado acompañado del presidente de Cáritas Diocesana de Toledo, José Luis González.

Villacampa ha incidido en que el trabajo que hace INSERTA TOLEDO permite realizar un acompañamiento de las personas a las que emplean, con un itinerario personal que permite que puedan salir al mercado de trabajo "mejor capacitados", además de adquirir habilidades personales y sociales. Asimismo, ha hecho hincapié en los beneficios medioambientales de la reutilización textil, aunque, ha reiterado, el acompañamiento "es lo más importante".

El objetivo de esta jornada de puertas abiertas es que se conozca cómo trabajan y contratan, de qué forma se hace sostenible el proyecto, cómo se gestiona la ropa e incluso cómo están sensorizados los contenedores en los que los ciudadanos donan la ropa para saber si están llenos.

De igual modo, ha asegurado que pretenden aumentar "mucho más" esa cantidad de 908 toneladas de ropa usada recogidas al año, apoyándose en la nueva ley de residuos, que obliga a que España aumente la reutilización textil.

En este punto, ha comentado que desde Cáritas se han puesto a disposición de ayuntamientos, Diputación y mancomunidades para que la recogida "llegue a cada pueblo", considerando que Inserta Toledo tiene "la experiencia y la logística para llegar a cada pueblo y poner más contenedores" que, a su vez, sirvan para "crear más oportunidades de empleo para los que más lo necesitan".

Por otra parte, Villacampa ha detallado que toda la ropa que Inserta Toledo recibe a través de los contenedores de Cáritas "no puede ir a ayuda social", porque "no hay tantas personas que necesiten ropa". Sin embargo, ha insistido en que este reparto de ropa a las personas que la precisen es su prioridad.

Además de este reparto, la mayoría de la ropa, ha continuado, es enviada a las plantas de transferencia que tiene Cáritas en País Vasco, Barcelona y Valencia, que son, ha especificado, "las únicas plantas de reutilización textil que hay en España".

Finalmente, otra parte de lo recogido se lleva a la tienda Moda Re, cuyas ventas "van creciendo" y que permite adquirir "ropa de segunda mano que es de buena calidad y se encuentra a unos precios magníficos".