Reconoce que representar a 919 municipios, 42 entidades menores y dos millones de personas es una gran responsabilidad, pero lo asume con ganas y alegría y asegura conocer los problemas de la región para poder solucionarlos: "Haber sido Consejera de Fomento durante más de dos años y haber recorrido la región hace que conozca perfectamente los problemas que tenemos en Castilla-La Mancha. Es fundamental cambiar las reglas de la financiación, solucionar el problema del agua y crear infraestructuras físicas y tecnológicas para seguir creciendo".

Otro de los problemas a los que se va a enfrentar es a la despoblación: " Y existen dos clases de despoblación, la que están sufriendo los pueblos pequeños en el medio rural y el vaciado de ciudades más grandes que están perdiendo ciudadanos como Talavera, Puertollano, Almadén o Ciudad Real".

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