El Obispo de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, Atilano Rodríguez Martínez, ha enviado una "Carta a todos los miembros del Pueblo de Dios", en la que realiza diferentes consideraciones sobre la situación epidemiológica de la pandemia de la COVID-19 y sus repercusiones en el culto y en las actividades pastorales.

Monseñor Rodríguez ha señalado que, como consecuencia de la relajación de las normas vigentes hasta ahora por parte de las autoridades sanitarias, a tenor de la positiva evolución de la pandemia, "en estos momentos se puede participar presencialmente en los actos de culto y en las demás actividades pastorales con total normalidad".

Aunque, tal y como ha advertido, sigue siendo aconsejable evitar las aglomeraciones, en todos estos encuentros "ya no será necesario guardar la distancia de seguridad, tanto en el interior de los templos como en la calle".

Sin embargo, ha recordado que, en los espacios cerrados, se mantiene el uso de la mascarilla y del gel hidroalcohólico, así como la limpieza y ventilación de los locales y que "no debemos utilizar aún el agua bendita a la entrada de los templos ni besar las imágenes u otros objetos de veneración".

Con respecto a las procesiones y a las manifestaciones de culto en la calle, "no existen restricciones", pero ha insistido en que "hemos de evitar las aglomeraciones y, por prudencia, utilizar la mascarilla".

Del mismo modo, el obispo diocesano ha considerado "muy recomendablela recepción de la Sagrada Comunión en la mano, con la devoción y el recogimiento debidos", agradeciendo, en este punto, "el esfuerzo y la docilidad con la que la mayoría de los fieles" han aceptado y cumplido estas disposiciones de índole sanitaria, para prevenir el contagio del coronavirus.

Por otro lado, Atilano Rodríguez ha invitado a participar en las sesiones de Formación Permanente que comenzarán este mes de octubre, así como en las celebraciones organizadas con motivo de la apertura del Sínodo universal de los Obispos, que se desarrollarán en la Concatedral de Guadalajara, el 16 de octubre, y en la Catedral de Sigüenza, el 17 de octubre.

Finalmente, ha animado en su carta a "reavivar la vida parroquial, reanudando o potenciando los encuentros para la iniciación cristiana, la catequesis de niños y adultos, la lectura creyente, la reflexión sinodal y otras iniciativas evangelizadoras o caritativas".