La residente de primer año de Pediatría en el Hospital Universitario de Guadalajara desde hace 9 meses, Esther Mazarío Martín, se ha alzado con el premio al mejor caso clínico para residentes que convoca la Sociedad de Pediatría de Madrid y Castilla-La Mancha, SPMYCM, con motivo de la celebración de su "Reunión anual".

El caso ha resultado ganador concretamente en la categoría de residentes de primer y segundo año y ha hecho merecedora a la joven guadalajareña de una beca para el próximo congreso de la SPMYCM, que se celebrará en Guadalajara el próximo mes de octubre.

Bajo el título "Doctora, mi hijo anda raro", el trabajo, que ha contado con la tutoría de la doctoraMaría Jesús García Mazarío,aborda la atención a un paciente de corta edad que acudió a la consulta de Pediatría por una cojera, un motivo que llega con frecuencia a las urgencias pediátricas y que, aunque resulta generalmente banal, puede encerrar un diagnóstico más complejo.

Así lo ha señalado en "Herrera en COPE Guadalajara" Esther Mazarío, que ha explicado que la cojera infantil constituye "un motivo bastante banal en urgencias pediátricas que puede responder incluso a un cambio en el calzado, a una herida local, algo traumatológico, pero hay veces que, en casos muy seleccionados, requiere un estudio más profundo porque obedece a causas más infrecuentes".

Entre esas causas, Mazarío ha apuntado "en primer lugar, las infecciosas, que fue un poco lo que se pensó al inicio en este caso, que normalmente son respiratorias, gastrointestinales, pero también están las osteoarticulares, y en los pacientes pequeñitos hay que estudiarlo bien porque eso requeriría un ingreso y administración de antibiótico; y, por otro lado, están las causas reumatológicas, que las atribuimos más al mundo de los adultos pero también aparecen en los niños".

Efectivamente, el caso ha supuesto, además de un "quebradero de cabeza" para esta residente de Pediatría guadalajareña, una práctica clínica de gran interés y relevancia para el jurado del premio de la SPMYCM, ya que, tal y como ha subrayado por su parte la doctora García Mazarío, "resultaba muy interesante para un diagnóstico diferencial porque se puede enfocar en diferentes patologías".

Además, se ha valorado la forma de desarrollarlo hasta llegar al diagnóstico final, desde los diagnósticos iniciales, más sencillos y evidentes, que se fueron descartando, hasta los más complejos, así como la forma de presentar y defender el caso.

Pero si algo ha querido dejar claro nuestra residente de primer año de Pediatría es que el éxito conseguido no se debe exclusivamente a su trabajo, sino al apoyo de todo el Servicio de Pediatría del Hospital, ya que, según ha asegurado, "aquí todo el mundo aporta, y siempre hay a quien se le ocurre alguna otra cosa que hacer, porque aquí el trabajo en equipo es fundamental en estos casos".

No es de extrañar, por tanto, que Esther Mazarío considere que "el Servicio de Pediatría de Guadalajara es un servicio muy completo y tenemos unos profesionales enormes" y, por ende, se sienta "muy afortunada de poder aprender aquí, en este Hospital".

Una opinión absolutamente compartida por el Jefe de Pediatría del centro hospitalario guadalajareño, Alfonso Ortigado, quien ha destacado que "el premio pone de manifiesto la calidad de este servicio al imponerse sobre trabajos presentados por servicios pediátricos de hospitales madrileños que atienden un elevado número de casos complejos".

No es la primera vez, de hecho, que los residentes de Pediatría del Hospital Universitario de Guadalajara demuestran la calidad de la formación que se imparte en esta área y su apuesta por la investigación. Así, en este mismo certamen de la SPMYCM, el residente Francisco José Martín fue premiado en 2017 por la comunicación "Dificultad respiratoria, ¿es siempre culpa del neumocito?", relativo a un caso que resultó ser un Síndrome de Munchausen por poderes.

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Además, en la primera edición del concurso de casos clínicos para residentes que convoca el SESCAM, la residente Isabel Miras fue premiada en 2018 por el trabjo "Fiebre en el paciente pediátrico: la importancia de la exploración física repetida", en torno a la enfermedad de Kawasaki, y, dos años más tarde, Cristina Gilarte se alzaba con el premio a la mejor comunicación en esta convocatoria con el trabajo titulado "Esplenomegalia, más allá de lo frecuente".

Pero, sin duda, el premio fundamental para la residente de primer año de Pediatría Esther Mazarío, es poder desarrollar su vocación profesional.

"Desde pequeña siempre quise ser o profesora o médico, o sea que, al final, he acabado trabajando con niños y en la Medicina, que es lo que me gusta", ha concluido satisfecha.