Se han descubierto más de 200 tumbas durante las obras que se están acometiendo en el nuevo Campus de la Universidad de Alcalá en Guadalajara en los últimos meses. Además de este cementerio tardomedieval, se han hallado restos de la antigua muralla andalusí.

La excavación del cementerio se está llevando a cabo en el extremo oeste del campus, junto a la Calle Dos de Mayo, en los terrenos que, una vez finalizado el nuevo campus, ocuparán un edificio dedicado a la investigación y un aparcamiento subterráneo que dará servicio a todas las instalaciones universitarias.

La presencia de estos enterramientos que ahora están aflorando fue detectada en unos estudios arqueológicosprevios a la redacción del proyecto del Campus realizados por la UAH en 2020 con el objetivo de conocer mejor la zona de intervención. Como consecuencia de los hallazgos de dichos estudios, la Viceconsejería de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha requirió la realización de una excavación arqueológica en la zona que permitiera descubrir todos los enterramientos afectados por las futuras edificaciones.

Según la Universidad de Alcalá, los trabajos llevados a cabo hasta el momento han permitido identificar más de 200 tumbasdistribuidas regularmente por la parcela. Se trata de una necrópolis de época bajomedieval, datada en torno a los siglos XIV-XV.

Los enterramientos, acompañados de un ajuar muy escaso o, en la mayoría de los casos, inexistente, presentan una gran variedad de tipologías, destacando la presencia de algunas inhumaciones cubiertas con bóvedas de ladrillo, que es un tipo de enterramiento conocido como lucillo característico de ese momento.

El cementerio, tal y como ha explicado la UAH, tiene muchas características comunes con otra necrópolis bajomedieval que ya había sido estudiada hace cinco años, en los terrenos del actual cementerio municipal.

"Los datos obtenidos en aquella excavación, sumados a los que hasta ahora se han podido recuperar en los terrenos del Campus, permiten suponer que nos encontramos ante una gran necrópolis perteneciente, probablemente, a una comunidad intercultural de Guadalajara, ciudad que había sido conquistada por los ejércitos cristianos en 1085", han señalado.

Aun con todo, estas conclusiones no podrán concretarse hasta que no vayan avanzando los trabajos de campo, que se prolongarán durante lo que queda de este mes de octubre, y, además, a través del estudio posterior de los restos recuperados en la excavación, que serán enviados para su custodia al Museo de Guadalajara.

Muralla de origen andalusí

El hallazgo de la muralla andalusí se produjo durante la supervisión arqueológica de la cimentación del nuevo vallado del Campus a lo largo de la Calle Madrid. Los restos corresponden a la confluencia de dicha calle con el torreón sur de la Puerta de la Alcallería y, pese a que existe constancia documental de la apertura en 1550 de una puerta en esta zona, todo apunta a un origen andalusí de los restos aparecidos. Es un muro de mampostería de cal y canto con mampuesto con tizones verticales que conserva un grosor de cuatro codos, que viene a equivaler a unos dos metros.

• Left6:No existe configuración de publicidad para el slot solicitado

Según ha indicado la Universidad, con el fin de conservar y valorar las estructuras históricas, se ha modificado el diseño original del cerramiento del Campus.

En este sentido, ha explicado que "por una parte, los hallazgos se han protegido adecuadamente y la base del vallado vuela sobre la muralla en vez de apoyarse en ella, lo que permitirá acondicionar la zona en el futuro para exponer los restos, y, por otra, se ha modificado el diseño de la reja en el tramo de interés, aumentando su transparencia y flanqueándolo con dos vitrinas que albergarán paneles divulgativos".

En definitiva, estos hallazgos permitirán avanzar en el conocimiento de la Guadalajara medieval, habitada por una vibrante comunidad intercultural y con claras trazas de la existencia de un alcázar andalusí anterior al Alcázar Real cristiano.