Una de las mayores preocupaciones que tienen estos días los funcionarios y trabajadores que realizan su labor en los centros penitenciarios de Castilla-La Mancha es la de no contagiar a los internos, conscientes de que ellos son ahora mismo "el único factor de riesgo" para los presos, y por ello han demandado Equipos de Protección Individual (EPIs) pero sobre todo test rápidos para evitar introducir el coronavirus en los penales.
Así lo han indicado en declaraciones a Europa Press responsables de sindicatos que trabajan en centros de la región, que han señalado que ahora mismo "lo más esencial" es que los trabajadores usen mascarillas y se puedan hacer los test "para que todas las personas positivas que no lo sepan" eviten el riesgo de contagiar a los presos, que "como no tienen comunicaciones ni permisos" con el exterior no son los que contagian.
"Los internos te dicen, con mucha razón, que aquí dentro no está el Covid-19", explica el delegado sindical de CCOO-FSC en la prisión de Alcázar de San Juan, Rafael Correas, que admite la "tensión" que existe entre los funcionarios para intentar "por todos los medios" no contagiar a los internos, sabedores de que, en este momento, son su "único factor de riesgo".
"Si dentro no hay, y sale, es que lo hemos llevado nosotros", reconoce Correas, que ha detallado que, de momento, en Alcázar tienen una mascarilla para cada trabajador y los seis internos que están en cuarentena --porque regresaron de permiso, aunque de momento no han presentado síntomas de contagio-- tienen mascarillas quirúrgicas como medida de prevención. Sin embargo, las mascarillas tienen fecha de caducidad y si no llegan más tendrán "que volver a utilizarla".