El consejero de Educación, Cultura y Deporte, Ángel Felpeto, se ha pronunciado de este modo tras conocer el fallecimiento del genio de Almansa, y ha reconocido que tuvo la ocasión de conocerle en su época de concejal de Cultura en Toledo y el honor de recibir con el entonces alcalde y hoy presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, una de las cinco piezas que elaboró para su posterior instalación en las cinco capitales de provincia de la región”.
“Gracias a su generosidad ‘Clavileño’, así se llama la escultura, forma parte del patrimonio de la ciudad de Toledo”. “Se ha ido en silencio pero siempre estará en la memoria de los castellano-manchegos. Mi homenaje y también solidaridad con su familia y amigos”.
José Luis Sánchez nació en Almansa el 9 de diciembre de 1926 y contaba con una dilatada trayectoria dedicada al ejercicio de la escultura, siendo uno de los referentes de esta disciplina artística a nivel nacional. Sánchez fue coetáneo de Eduardo Chillida y pionero de la abstracción en España junto a figuras como Rafael Canogar, Antonio Saura, Manolo Millares, Luis Feito o Martín Chirino.
Miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 1987, el Gobierno de Castilla-La Mancha le nombró Hijo Predilecto de la región en 2009. Su obra está impregnada también de nociones próximas a la arquitectura, fruto de su colaboración con destacados arquitectos, entre los que se encuentran el daimieleño Miguel Fisac, Javier Carvajal o José Luis Fernández, a los que conoció tras fijar su residencia en Madrid en 1955.
Esta cercanía de su obra a la arquitectura es la que ha conferido a sus esculturas características fácilmente reconocibles, como la depuración en las terminaciones de planos y superficies, con formas que invitan a quienes las observan a aproximarse a ellas para tocarlas y tratar así de percibir las mismas sensaciones con las que fueron concebidas por Sánchez.