La ley no escrita del fútbol dice que un entrenador es bueno y duradero mientras sean buenos los resultados de su equipo. Cuando llegan, como ahora, cuatro derrotas en cinco partidos, un gol a favor y siete en contra, lo más normal es que el dueño diga "hasta aquí hemos llegado".

El Alba perdió el domingo en Zaragoza jugando su mejor partido. Con evidente falta de puntería y de gol, como en estos últimos catorce meses (la temporada pasada y ésta), pero con un partido serio en el que, como mínimo, no mereció perder.

Han tenido que pasar cuarenta y ocho horas y un entrenamiento por medio para que el club anunciara que la historia de Lucas Alcaraz en el Albacete Balompié ha tocado a su fin. El almeriense cierra esta etapa que se inició en febrero y que se salda con un total de 22 partidos disputados, con cinco victorias, 10 empates y 7 derrotas (4 de ellas en este último mes y pico de Liga).

En un comunicado oficial, el Albacete Balompié explica que "ha tomado hoy la difícil decisión de articular un relevo en el banquillo que pondrá fin a la etapa de Lucas Alcaraz en el Carlos Belmonte" y que el club "no tiene más que palabras de agradecimiento hacia un técnico que ha hecho gala durante estos meses de la profesionalidad y el compromiso que le han permitido encadenar 26 temporadas consecutivas en la élite del fútbol nacional".

En esa nota, el club acaba deseando a Alcaraz y a su segundo, Chus Cañadas, "la máxima de las suertes en sus futuros retos deportivos". Mañana había un entrenamiento matinal en la Ciudad Deportiva Andrés Iniesta y se ha aplazado a la tarde, no habiéndose hecho público quién será la persona que lo dirigirá.