35 localidades presentes en 10 países celebran esta semana la campaña para la prevención de incendios que cumple su edición número 13. Según el último estudio de Mapfre, en 2017 las víctimas por incendios aumentaron un 21%, alcanzando las 212 personas. Es por eso que el objetivo de este año es concienciar a la población, sobre todo a niños y mayores, y advertir de que un detector de humos en el hogar es esencial para salvar vidas porque, aseguran, nadie se despierta si se produce un incendio por la noche en casa. Así lo ha trasladado Mauricio Bogomak, de la asociación de profesionales técnicos de bomberos.
Durante estos días el cuerpo de bomberos voluntarios de Santander instalarán en casas 4.000 detectores de humos y realizarán charlas y actividades.