La Guardia Civil ha denunciado a un hombre que fue sorprendido con cerca de 55 kilos de pescado, besugo, cabrilla, merluza, bacaladilla y brótola de fango, recién capturado de forma furtiva en el puerto deportivo Marina de Santander.

Estos hechos constituyen una infracción grave a la Ley de Cantabria de pesca marítima, marisqueo y acuicultura, que pueden acarrear sanciones de hasta 60.000 euros.

Se trata de un individuo que cuenta con licencia para la pesca de recreo que le habilita para la captura de solo 5 kilos y que ya había sido denunciado el año pasado por vender pescado sin etiquetar en un establecimiento minorista.

Los hechos ocurrieron la noche del pasado 30 de mayo, cuando efectivos del Servicio Marítimo de la Guardia Civil que realizaban labores de vigilancia del puerto deportivo vieron llegar una embarcación de recreo de la que, tras atracar, descendió un hombre que se montó en una furgoneta y se fue del lugar.

Los agentes comprobaron que dicho vehículo estaba vinculado a un hombre que fue denunciado en diciembre de 2020 por tener a la venta pescado sin etiquetar en un establecimiento minorista.

Una hora después, la furgoneta regresó, se detuvo junto a la zona de atraque, y su ocupante accedió nuevamente a la embarcación, comenzando a descargar cajas de pescado que introdujo en el vehículo.

Fue entonces cuando intervinieron los guardias civiles, que encontraron en la furgoneta dos cajas de pescado y en la embarcación otras tres y un cesto, de diferentes especies.

El pescado intervenido fue entregado en la entidad benéfica Hogar Belén de Cáritas en Santander.