Estos son los siete casos abiertos de desaparecidos en Cantabria
Son familias a las que se les para el reloj de la vida y recurren hasta a videntes para encontrarlos
RedacciónCantabria
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Actualizado 12:14
La Asociación SOS Desaparecidos en Cantabria mantiene abiertos siete expedientes de personas desaparecidas. El caso más antiguo en los archivos de la asociación es el del joven Eduardo Beitia de 26 años desaparecido en Santander en 1998.
A este se suman otros seis, todos ellos de varones de entre 28 y 53 años de edad, el último el del joven Daniel Noriega al que se busca desde noviembre del año pasado.
Salvo en uno de los casos, en el que se sospecha que el desaparecido no quiere ser localizado por la familia, el resto son historias que se producen en extrañas circunstancias y que sumen en el dolor a las familias.
Se trata de familias, dice Nerea Chamorro responsable de SOS Desaparecidos Cantabria, a las que se les para el reloj de la vida en el momento de la desaparición. A partir de ahí aprenden a sobrevivir. Son familias que sufren diariamente con las noticias que se dan, con las falsas expectativas y que a pesar de todo nunca tiran la toalla ni pierden la esperanza.
Cuando las desapariciones se prolongan mucho en el tiempo, las familias recurren a todo. Las hay que recurren a videntes, las que se gastan ingentes cantidades de dinero en búsquedas privadas y las que nunca pierden la confianza en las fuerzas y cuerpos policiales de que alguna pista los lleve a dar con el paradero de ese ser querido.
La desesperación lleva también a muchas familias a la ruptura ya que ni entienden de la misma manera los motivos de la huida ni comparten los métodos de búsqueda, ni encuentran las mismas razones para ser fuertes y aguantar.
Una fortaleza que es ejemplar en las madres asegura Chamorro. Mujeres que no arrojan nunca la toalla, que nunca se dan por vencidas y que a pesar del dolor son las que tiran del carro familiar para mantener la esperanza.
En muchas ocasiones, las familias de los desaparecidos saben o sospechan que su ser querido ha podido fallecer y en estos casos el encontrar el cuerpo es también fundamental para cerrar la herida y poder descansar.
LOS SIETE CASOS
Eduardo Beitia, desaparecido en Santander en 1998
Francisco Quesada, desaparecido en Torrelavega
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Lorenzo García, desaparecido en Piélagos
Roberto Arturo Lavid, desaparecido en Torrelavega
Carlos Revilla, desaparecido en Villaescusa
Alejandro Mencía, desaparecido en Palombera
Daniel Noriega, desaparecidio en Cieza
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