Cuatro personas han fallecido en Cantabria por la gripe, dos ellas en la última semana de la que se tienen datos (del 1 al 7 de enero) y en la que se han diagnosticado en la región un total de 1.974 casos.

Los fallecidos eran todos personas mayores, con edades entre los 73 y los 93 años, con patologías previas y, de ellos, tres estaban vacunados.

Así lo ha detallado este jueves la consejera de Sanidad, María Luisa Real, a preguntas de la prensa sobre la incidencia que está teniendo la epidemia de gripe en Cantabria.

En esa última semana, la tasa de gripe en la Comunidad Autónoma se ha situado en 359,93 casos por cada 100.000 habitantes, lo que indica, según Real, que "se ha estabilizado dentro de un nivel de incidencia epidémica media".

"Estamos en la fase de meseta y, tras las dos últimas semanas, empezarán a disminuir los casos, aunque no se puede decir con rotundidad por muchos años se ha registrado otro pequeño repunte, un segundo pico", ha apuntado.

Y es que, ha detallado, hasta el momento la mayor parte de los pacientes atendidos por la gripe han sufrido la zepa del virus B, pero "ya se está viendo que empieza a circular la A" por lo que puede haber "un segundo pico" con ésta.

Desde octubre que se inició la temporada de control de la gripe, se han diagnóstica 5.211 casos, entre los que ha habido 80 casos graves que han requerido hospitalización.

De éstos últimos, cuatro han fallecido, 44 han sido ya dados de alta y otros 32 permanecen ingresados y "evolucionando favorablemente".

Los numerosos casos de gripe diagnosticados en la temporada hacen, según ha manifestado Real, que los hospitales de Valdecilla, Sierrallana y Laredo estén "a tope pero manteniendo los ingresos", es decir, que no hay personas esperando para ingresar.

Para la consejera, esto es de resaltar porque, en plena epidemia de gripe, los tres hospitales están funcionando con normalidad.