La Asociación de Turismo Rural de Cantabria (ATRC) ha comenzado una nueva campaña de cara a Semana Santa y la temporada alta para detectar la oferta ilegal de alojamientos rurales en esta comunidad.

Esta nueva acción se basa en la comprobación in situ de las características de los alojamientos turísticos en el ámbito rural por parte de viajeros anónimos. Éstos se alojarán en dichos establecimientos y verificarán si reúnen las condiciones necesarias para desarrollar la actividad comercial.

Con los datos recabados, la Asociación de Turismo Rural elaborará las correspondientes denuncias ante la Administración regional en caso de que la oferta resulte ilegal, esto es, que no esté regulada según las normativas que rigen este tipo de negocios y no se encuentre en el registro autonómico, ha informado la agrupación en un comunicado.

Los alojamientos rurales están regulados en materias muy variadas que incluyen la seguridad, las condiciones de habitabilidad, la higiene o la atención al viajero entre otras. Las sanciones por tener abiertos establecimientos no reglados pueden alcanzar los 6.000 euros según la Ley de Ordenación del Turismo de Cantabria.

La explotación turística de un alojamiento rural debe conllevar asimismo la obligada declaración fiscal, por lo que "si no se llevan a cabo todas estas acciones, se incurre en una flagrante competencia desleal contra los propietarios que se esfuerzan por gestionar su negocio de forma legal y regulada y se socava la calidad y la credibilidad del turismo rural de Cantabria", ha explicado el presidente de la ATRC, Jesús Blanco.

Blanco considera que este nuevo método puede resultar "muy eficaz para la comprobación de ofertas detectadas en plataformas de Internet".

A lo largo de los últimos años se han venido detectando numerosas ofertas alojativas en el ámbito rural que no cumplen la legalidad, razón por la que Turismo Rural de Cantabria lleva a cabo acciones para la identificación y denuncia de estos casos.