"Este año la Semana Santa se vivirá de manera muy particular. Debido a la cuarentena decretada, los católicos no podremos salir en procesión de Domingo de Ramos". Así comienza el mensaje que las comunidades parroquiales de Güímar lanzan a los vecinos del municipio de cara al comienzo de los días donde se conmemora la Pasión, Muerte y Resurección de Jesucristo.

El Domingo de Ramos es costumbre colgar en las ventanas o en los balcones los palmitos o ramos de olivo que se han bendecido antes de la procesión litúrgica de ese día, como signo que señala que en esa casa reside un seguidor de Cristo. Las palmas y los olivos recuerdan el pasaje de los evangelios en los que se narra cómo recibieron al Señor en su entrada triunfal en Jesuralén.

Como este año será prácticamente imposible conseguir palmas o ramos de olivos, desde las parroquias de Güímar se ha sugerido que se decoren la fachada de las casas "con helechos, hojas o alguna manualidad". También se anima a sacar una foto y enviarla por mensaje privado a la página de Facebook Comunidades Parroquiales de Güímar, para compartirlas con todos los seguidores.

"De este modo podemos expresar públicamente nuestra fe, nos unimos a toda la Iglesia en la celebración de tan festivo día y nos recordamos que no es un día cualquiera. ¡Comienza la semana más importante del año!", concluye el mensaje.

Además, para los más pequeños, se ha propuesto unas plantillas de dibujos para colorear y recortar.

La iniciativa también se ha tomado en otras localidades como Los Realejos, donde además se ha pedido que se utilicen las cruces del mes de mayo para colocarlas en las ventanas y enramarlas en Pascua.