La irrupción de la pandemia así como la incertidumbre por el cambio en las medidas ante la evolución de la pandemia está provocando muchos efectos adversos. Uno de ellos es el descenso en el consumo en bares y restaurante, cuya facturación se ha reducido de media un 30% desde el inicio de la crisis. No obstante, una situación especialmente preocupante es la que se vive en la Universidad de La Laguna (ULL), puesto que por tercera vez en poco más de un año, la licitación para la explotación de cuatro de sus cafeterías ha quedado desiertas. Según ha explicado Juan Manuel Plasencia, gerente de la institución, esto se debe principalmente a la “incertidumbre sobre qué medidas se van a adoptar”. En concreto las instalaciones afectadas son las de Náutica, Bellas Artes, Aparejadores y la Facultad de Agrícola, las cuales no cuenta con cafetería.
Tras comprobar que por tercera vez todas estas licitaciones han quedado desiertas, a pesar dice de haber reducido –al menos temporalmente el canon que pagan- la ULL apostará ahora por acudir a un sistema negociado “algo que permite la Ley de Contratos del Sector Público cuando ocurren estas circunstancias, y que supone que se invite a determinadas empresas de manera directa”.
Mientras para intentar paliar la situación de los alumnos, profesores, y personal de Administración y Servicios que acuden a estos centros, desde la Gerencia han apostado por que empresas de máquinas de expendedores amplíen sus servicios “con ensaladas de distinto tipo y comida más saludable”.