La evolución negativa de la pandemia en Tenerife en el último mes ha hecho saltar todas las alarmas. A diferencia de lo que ocurre en el resto del archipiélago, la semana pasada se notificaron 455 casos más y tres fallecimientos en la isla.

Además, la incidencia acumulada se mantiene en nivel medio alto, con 47,8 contagios a 7 días, mientras que a 14 días se eleva hasta los 91,1 positivos.

Con estas cifras, el presidente de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública, Guillermo de la Barreda, descarta que la isla pueda bajar el nivel de alerta a corto plazo.

"Seguimos con botellones en la playa de Las Teresitas. La gente no está respetando las normas como Dios manda. Y lo peor es que encima tenemos a algunos políticos pidiendo el fin de las mascarillas. Está claro que las autoridades deben estudiar a fondo la situación y vigilar el cumplimiento de las medidas anticoronavirus en los encuentros sociales y la restauración. Si no baja la curva de contagios, habrá que volver a limitar la actividad de la hostelería, cerrando los interiores y restringiendo a cuatro los comensales en el exterior", ha aseverado en COPE

Por último, Guillermo de la Barreda ha subrayado la importancia de que la Consejería de Sanidad lleve a cabo el rastreo y la trazabilidad de los nuevos casos. "Es posible que este trabajo no se esté haciendo por falta de medios, pero es fundamental que se realice para atajar la pandemia en verano. No debemos relajarnos, ya que el coronavirus sigue entre nosotros y estamos lejos de alcanzar la inmunidad con el 70 por ciento de la población vacunada ", ha concluido.