En la era digital donde gran parte de los fondos de las universidades se encuentran digitalizados, aún son muchos los alumnos, opositores y ciudadanos que prefieren tener los libros y apuntes en formato físico. Así es habitual que algunos traten de burlar las limitaciones que establece la ley, descargandose archivos, o fotocopiando algo más de lo que permite la ley. Sin embargo, los hechos a los que se enfrentan un matrimonio propietario de tres copisterias en San Cristóbal de La Laguna, sobrepasa cualquier precedente, al menos en las Islas.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía al que ha tenido acceso la Cadena COPE, ambos sujetos, aprovechando los establecimientos de los que eran propietarios y “durante un espacio de tiempo de al menos dos años (2015-2017), ofrecieron al público de forma indiscriminada, copias integras de libros protegidos por derechos de propiedad intelectual”.

En opinión del Ministerio Público, el matrimonio es responsable de un delito contra la propiedad intelectual, por lo que solicita una pena de prisión para cada uno de ellos de tres años y medio de prisión, así como la inhabilitación especial para el desempeño de cualquier actividad relacionada con la copisteria, y la clausura de los tres locales por un periodo de cinco años.

132.000 LIBROS EN 8.100 CARPETAS

El relato de los hechos comienza con la denuncia realizada por la Entidad de Gestión de Derechos de Propiedad Intelectual, más conocida como CEDRO, que gestiona y protege los derechos de autores, editores y demás sujetos. La ley únicamente permite la fotocopia de hasta un 10% de un libro.

No obstante, aunque esta denuncia ha sido la vía que sentará a los acusados en el banquillo, la actividad llevada a cabo por una de las copisterias, ubicada muy cerca de la Facultad de Económicas de la Universidad de La Laguna (ULL), era conocida por muchos estudiantes, debido a lo económico de sus precios.

Para llevar a cabo su negocio, según la Fiscalía, disponían de tres equipos informáticos conectados entre tres y cuatro fotocopiadoras. Así, cuando los agentes del Cuerpo Nacional de Policía llevaron a cabo las entradas y registros, se encontraron con varios discos duros, que contenían miles de libros digitalizados, en concreto 132.000. Además, en formato papel se intervenieron 1.380 copias.

Por otro lado, según algunos usuarios y de sus relatos recabados por COPE, en ocasiones sino tenían el libro que un cliente necesitaba, les recomendaba sacarlo de la biblioteca de la ULL, para así poder disponer de la copia. El juicio se inicia la próxima semana en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife.