El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, confirmó el pasado sábado que el toque de queda se adelantará a las 10 de la noche durante la Semana Santa en todo el archipiélago.

Esta medida, que ya estuvo en vigor en Tenerife la pasada Navidad y en Carnaval, ha generado malestar entre los propietarios de bares, cafeterías y restaurantes que ven como de nuevo se perjudica al sector de la hostelería.

Ramón Fariña, presidente de la Asociación de Ocio y Restauración de Tenerife ha mostrado en COPE su rechazo a una restricción que considera “supone un cierre encubierto del servicio de cenas”. De igual manera, no entiende que, a pesar de cumplir todas las medidas de seguridad y estando Tenerife en el nivel 2 de alerta, tenga que imponerse un toque de queda tan temprano.

Asimismo, ha querido opinar sobre las declaraciones de Fernando Simón, en las que recomendaba a la población que no acudiera a espacios cerrados como restaurantes. “Con los grupos reducidos a 4 o 6 personas, separación de 2 metros entre mesas y con todo controlado, creo que el señor Simón no tiene razón”.

En este mismo sentido, ha recordado que la hostelería no es un lugar de contagio, ya que la mayoría de casos se siguen produciendo en el ámbito familiar. “El toque de queda hará que las reuniones dejen de ser sociales y se reúnan en una casa para comer y estén juntos hasta las 8 o las 9 de la noche”.

Además, ha querido destacar que, a pesar de existir limitaciones en el número de personas que se pueden reunir en el ámbito privado, esto no siempre se controla, mientras que en un bar o restaurantes sí que se realiza un seguimiento.