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La inseguridad se enquista en otra zona más de Santa Cruz de Tenerife y los vecinos claman por una solución definitiva
El aumento de personas sin techo y los problemas de drogadicción y delincuencia llevan a los residentes de la zona de Cruz del Señor a una situación complicada

Cristian Expósito presidente de la AAVV Las Palmitas
Tenerife - Publicado el
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Los vecinos de la Cruz del Señor, en Santa Cruz de Tenerife, han vuelto a alzar la voz para denunciar la grave situación de inseguridad que, aseguran, se ha enquistado en el barrio desde hace más de un año. El incremento de personas sin techo, los conflictos derivados del consumo de alcohol y otras drogas y las peleas en la parada del Tranvía han generado un clima de miedo y malestar que los residentes ya no están dispuestos a tolerar. Así lo ha manifestado Cristian Expósito, presidente de la asociación de vecinos Las Palmitas, en una entrevista en Herrera en COPE Tenerife, en la que ha detallado una problemática que, lejos de ser nueva, se ha agravado con el tiempo.
Según el portavoz vecinal, las reuniones mantenidas con el Ayuntamiento han cristalizado en promesas que no terminan de materializarse de forma efectiva. Los vecinos critican que la presencia policial aumenta de manera puntual solo cuando sus quejas saltan a los medios de comunicación, pero desaparece poco después, dejando los problemas de fondo sin resolver. “Esto es algo que llevamos sufriendo desde hace un año”, ha lamentado el representante vecinal, quien subraya que la paciencia de los residentes ha llegado a su límite.
Un nudo de paso entre cuatro barrios
La Cruz del Señor es una zona estratégica de la capital tinerfeña, un “barrio de paso” que conecta otros núcleos importantes como La Salud, Cuesta Piedra y Los Gladiolos. Esta particularidad convierte sus calles en un trasiego constante de personas, entre las que se encuentran individuos en situación de vulnerabilidad que, en ocasiones, generan graves altercados. “Somos el paso de todo”, ha explicado Expósito, señalando que muchas de estas personas se encuentran bajo los efectos de las drogas y protagonizan episodios que van desde molestias hasta peleas y robos.
La parada del tranvía se ha convertido en uno de los puntos más conflictivos, donde las discusiones por pedir dinero pueden escalar rápidamente a la violencia. A esto se suma la presencia de un mercadillo ilegal en la plaza, donde el consumo de alcohol es habitual y la suciedad se acumula. Los parques cercanos, denuncian, son utilizados como lugares para el consumo y la inyección de drogas. El temor es una constante para los vecinos, especialmente por la noche. “Vas con ese miedo, porque al final ves a esas personas pasar”, ha confesado Expósito, describiendo la intranquilidad que siente al volver a casa.

Persona sin techo
La sensación de inseguridad no es solo una percepción. El presidente de la asociación ha confirmado que se han producido atracos y robos con violencia, hasta el punto de que él mismo ha tenido que acudir al juzgado para defender a una de las víctimas. Los vecinos echan en falta la figura de la antigua “policía de barrio”, un cuerpo cercano que patrullaba las calles de forma constante y conocía de primera mano la realidad de la zona.
A veces, de noche, vamos por la calle con miedo"
Presidente de la asociación de vecinos Las Palmitas
Respuestas insuficientes y una reunión pendiente
Pese a la frustración acumulada, los vecinos mantienen un hilo de esperanza.El portavoz vecinal ha informado de que la concejala de Seguridad, Gladys de León, se ha puesto en contacto con él para organizar una reunión de seguridad en la que participarán tanto la Policía Local como la Policía Nacional. El objetivo es buscar una solución coordinada y efectiva, aunque la desconfianza persiste. “La falta de profesionales o de policía que tenemos en Santa Cruz se nota”, ha afirmado Expósito, quien critica que muchos recursos se concentren en el centro de la ciudad mientras los barrios quedan desatendidos.
Los vecinos insisten en que no se trata de una cuestión política, sino de bienestar y convivencia. “Aquí no hablamos de política, hablamos de los vecinos, y al final y al cabo los medios los tiene que poner el consistorio”, ha sentenciado. Expósito ha exigido al Ayuntamiento que “escuche a los vecinos” y “haga de una vez su trabajo”, reconociendo que, si bien se ponen medios, estos “no son los suficientes”. La percepción general es que la vigilancia es reactiva y no preventiva: “que pase un policía por allí con el coche arriba y abajo, eso no significa que nos dé seguridad”.
Que haga de una vez su trabajo, que me consta que la concejala pone los medios, pero no son los suficientes"
Presidente de la asociación de vecinos Las Palmitas
Un problema que desborda los barrios
El propio Expósito ha reconocido que la situación de la Cruz del Señor es solo la punta del iceberg de un problema social mucho más amplio que afecta a toda la ciudad y a la isla. La “problemática afecta a toda la ciudad”, ha asegurado, mencionando otras zonas de Santa Cruz como Azorín, Somosierra, los alrededores del Mercado de Nuestra Señora de África, el puente Zurita, la terminal de guaguas o los aledaños de El Corte Inglés y la calle Castillo.
Esta crisis de sinhogarismo se extiende también a otros municipios como Arona, en el sur, o La Laguna. Detrás de esta realidad se encuentra un cóctel de factores que incluye los altos índices de pobreza en Canarias, la acuciante falta de vivienda asequible y el aumento de las adicciones al alcohol y otras drogas. El alcalde de la capital ha señalado en otras ocasiones que Santa Cruz está asumiendo la acogida de personas de otros municipios que carecen de albergues, lo que aumenta la presión sobre los recursos sociales de la ciudad. La complejidad del asunto es también legal, como evidencia el reciente rechazo judicial a la petición del consistorio para asumir la tutela de estas personas, una decisión que limita su capacidad de actuación.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



