La lucha contra el fuego en medio de la calima y el viento que vivió Tenerife este domingo dejó una de las imágenes más destacadas en Puerto de la Cruz.

Los vecinos de la calle Nueva, en la zona de La Asomada, se organizaron rápidamente para apagar uno de las decenas de conatos que proliferaron en el norte de la isla.

Juan Antonio Padilla fue el residente encargado de organizar contrarreloj una auténtica cadena humana para luchar con hasta cinco frentes de llamas. "Lo hicimos con una manguera de 200 metros y gracias a la gente que hizo caso a la alerta y se quedó en sus casas", relata a COPE Tenerife.

El fuego en La Asomada no fue de los más virulentos pero sí preocupó inicialmente por producirse en pleno núcleo urbano. "Menos mal que no avanzó hacia el barranco, donde está la guardería, porque podría haber originado un destrozo en el camino de Las Dehesas", asegura Padilla.