El delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, ha pasado por los micrófonos de COPE Canarias, y ha remarcado que la crisis migratoria no les ha pillado por sopresa, porque esperaban ese aumento en la llegada de pateras, debido a que los meses de septiembre y octubre son conocidos por la calma en el mar. Sin embargo, Pestana insiste en que la situación derivada del COVID ha provocado el cierre de fronteras como muchos países, sobre todo Marruecos y Mauritania, por lo que este hecho está causando un efecto llamada, ya que los que llegan a las Islas no son devueltos a sus países de origen.

“NO ES MI FUNCIÓN VISITAR EL MUELLE DE ARGUINEGUÍN”

La incesante llegada de inmigrantes al muelle de Arguineguín, donde han dormido hasta 400 personas en el suelo, debido a la falta de previsión de las autoridades y con temperaturas que superan los 40 grados, no merece la visista del delegado del Gobierno, puesto que el propio Pestana reconoce que “no es su función” y que quién le informa es la subdelegada.

En cuanto a la no visita del ministro Escrivá, asegura que vendrá en este mes, aunque aludía a que desconocía si en la agenda del máximo responsable de Inmigración estaba fijada la fecha de la visita. Sobre las relaciones con Madrid alude a que no se siente abandonado, y que se verán en los próximos días algunas de las medidas adoptadas por el Ejecutivo Central.

ACOGIDA EN HOTELES

La absoluta saturación de los escasos alojamientos dispuestos por parte de la Delegación, ha provocado que mucho inmigrantes hayan tenido que ser derivados a alojamientos turísticos, lo que generó además importantes críticas. Es por ello que el delegado espera que las personas que permanecen en complejos hoteleros en el sur de Gran Canaria puedan salir "en poco tiempo" aunque matizó que será el ministro Escrivá el que diga cuándo será el día que viaje a Canarias --en principio durante este mes de septiembre.

Al ser preguntado sobre cuándo se va desmontar el campamento de Arguineguín, el delegado expuso que es la acogida que se produce en la base de Sasemar y que las normas de salvamento obligan a ir al puerto más cercano después de un rescate.

"Espero que estos días podamos desalojarlo pero siempre habrá carpas allí en la medida en la que vayan llegando porque hay unas primeras 72 horas en las que hay que identificarlos, aplicarles la ley de extranjería y hacerle las PCR para saber las condiciones sanitarias", aseveró.