Canarias quiere cribar al mayor número de residentes que regresen desde la Península para pasar la Navidad en casa. Así lo ha confirmado el director del Servicio Canario de la Salud (SCS), Conrado Domínguez, quien ha explicado que es una acción que están desarrollando en colaboración con los cabildos insulares.

En una entrevista concedida a Mayer Trujillo en La Mañana en Canarias, Domínguez ha precisado que será algo "voluntario", ya que el decreto estatal que entrará en vigor el 23 de noviembre solo obliga a los extranjeros a acreditar una PCR negativa en la prueba del COVID-19, pero no a los ciudadanos españoles que se desplacen entre territorios. A su juicio, la herramienta de Canarias "no colisiona con la norma del Gobierno". "Se prevén cribados como una medida de salud pública: se trata de proteger a los que vienen y a los que estamos aquí", ha subrayado.

El director del SCS ha admitido que "hay mucho miedo a que se produzcan contagios intrafamiliares, principalmente de los jóvenes a los mayores", insitiendo en que "las zonas que tienen una incidencia acumulada mayor —como algunas comunidades autónomas del país— tienen más probabilidades de importar la infección, y el nivel de asintomáticos es cada vez mayor".

Conrado Domínguez también se ha mostrado confiando de que finalmente el Gobierno de España modificará el decreto para que los turistas puedan certificar su negativo en COVID-19 a través de un test de antígenos, como lo contempla Canarias desde el pasado 14 de noviembre. "Estamos en negociaciones con Sanidad Exterior y creo que tenemos razón; de hecho, el Gobierno ya contempla realizarlos si el pasajero extranjero llega a España sin acreditar una prueba negativa. No será fácil pero creo que llegaremos a buen puerto", ha resaltado.